sábado, 12 de noviembre de 2016

Gracias a Alexandra Lúgaro por explicar sabiamente sobre la perspectiva de género y la educación sexual.

He escrito: “Si hay un nuevo mundo a construir, ¡qué mejor que el Corazón de Mujer para inspirarlo y forjarlo!” Es propio agradecer a la licenciada Alexandra Lúgaro por brindar una explicación -que es toda una cátedra con profundidad intelectual y accesible en el idioma- sobre la controversia en torno a la perspectiva de género y la educación sexual. En verdad se necesita en el país que se explique mucho sobre ese aspecto y sobre tantos otros temas, ya que un pueblo educado progresa de verdad.

En el tema de Educación, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, establece como gran objetivo para lograr un desarrollo sostenible: “Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Lógicamente eso no es viable cuando impera el fanatismo, la manipulación, el maltrato y la exclusión.

Establece ese organismo a nivel mundial, con el título “Hacia 2030: una nueva visión de la educación”, lo siguiente: “Reconocemos la importancia de la igualdad de género para lograr el derecho a la educación para todos. Por consiguiente, nos comprometemos a apoyar políticas, planes y contextos de aprendizaje en que se tengan en cuenta las cuestiones de género, así como a incorporar estas cuestiones en la formación de docentes, los planes y programas de estudios, y a eliminar la discriminación y la violencia por motivos de género en las escuelas”.

Si se desea que Puerto Rico alcance los mayores niveles de excelencia educativa, buena calidad de vida y pleno progreso con equidad, es necesario superar la mentalidad insularista y no seguir el oscurantismo del pensamiento extremista. En su extensión territorial, Puerto Rico puede desarrollar políticas y estrategias que sean buen modelo para el mundo. Podemos lograr que principios como los promovidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, no sean solo teoría que alimente archivos y se constituyan en realidad forjadora.

Si el gobernador Ricardo Rosselló dialoga con todos los sectores, como los educativos y del campo de la ciencia y la salud, puede perfeccionar lo relativo a la perspectiva de género y la educación sexual. Para analizar cambios, es mejor esperar a que sean presentados formalmente. Sin embargo, en principio, no es recomendable dejar todo lo de la educación sexual en los padres porque no todos los hogares pueden brindar eso en forma adecuada y es deber indelegable del Estado brindar unos conocimientos mediante el sistema de educación formal. En el tema del currículo de perspectiva de género, sería una tragedia para el país que el Estado propicie retrocesos en conquistas de derechos humanos y más divisiones al estilo de una nueva versión del “Apartheid”.     

Si Rosselló opta por seguir la ruta que imponga el fundamentalismo, será un error que a nada bueno conducirá. Recordemos que en la historia de la humanidad, atrocidades han sido cometidas y justificadas por el fanatismo religioso.

En lo más contemporáneo, el fanatismo religioso fomenta el buscar silenciar y “demonizar” a quien piense diferente, el discrimen, el mantener a la mujer en una posición inferior y hasta los estilos impositivos que desembocan en violencia en el hogar y más allá. Respeto el derecho a tener creencias, pero a nivel de sociedad debe tener el Estado la facultad de brindar un sistema educativo que fomente armonía. De hecho, en la Constitución de Puerto Rico dice: “Toda persona tiene derecho a una educación que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y al fortalecimiento del respeto de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales. Habrá un sistema de instrucción pública el cual será libre y enteramente no sectario”.     

Gracias a la líder Alexandra Lúgaro por presentar una explicación que debería ser el norte para optimizar lo educativo. Gracias por ejemplificar el liderazgo de avanzada que explica y da luz. Me recuerda lo que escribí antes de la elección del 2016:

“Aunque lo más probable es que Lúgaro no sea electa a la Gobernación en el 2016, ya ha hecho historia con suma valentía y creando precedentes (como haber superado el tortuoso trámite de buscar endosos, y no depender de costosísimas campañas) y ojalá que a partir del 2017 logre encaminar bien sus pasos para maximizar sus servicios a la patria... Alexandra Lúgaro se proyecta como una gran mujer y es luego de la elección del 2016 que tendrá la oportunidad de comenzar una nueva etapa de patriotismo con sus dones y méritos. Ante todos, se presenta un futuro inédito y un inmenso taller creativo”.




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