De mi niñez en los ‘70, recuerdo que mi serie de TV favorita fue “The Six
Million Dollar Man”. Fue un tiempo en que había grandes series importadas y eso
no hacía daño a las grandes producciones puertorriqueñas. Eso es lección
salomónica con vigencia.
Lógicamente tuve juguetes inspirados en esa serie y el héroe Steve Austin,
desarrolló una sincera amistad con su jefe Oscar Goldman. Eso en sí es gran
escuela para fomentar solidaridad desde las más formativas etapas. También es
escuela para los adultos, para trascender y desarrollar en todo escenario, la
capacidad de empatía y de educar al cumplir
bien siendo buenos seres humanos. Eso es heroísmo.
Se puede desarrollar la serenidad que infunde paz, comprensión para crecer
de los errores, y sabiduría para estimular lo positivo. Ante los regalos
navideños que dará Santa Claus con la bendición del Príncipe de Paz, es propio
recordar que se puede fomentar valores edificantes. Porque la Navidad es Amor,
Dios ilumine a todos.
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