La broma en que se emplea a un bebé mecánico requirió combinar destrezas,
recursos y tecnología. No favorezco las bromas pesadas. Sin embargo, esa broma que
hace reír en sus detalles, confirma que hay esperanza en la sensibilidad que
hace desviar la mirada y la ruta hacia el llanto de un bebé, y que tal
capacidad se requiere siempre para crecer como seres humanos. Dios ilumine a
todos.
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