Una
tradicional canción de octubre, que nos recuerda que pronto llegará la época
más especial del año, dice:
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Cuando
llega el mes de octubre
corro al
huerto de mi casa
y busco
con alegría
tres o
cuatro calabazas.
Las
preparo, las arreglo
saco
todas las semillas
le hago
unos ojos grandes
y una
boca que da risa.
Mucho
mucho me divierto
con todas
mis calabazas
y a todos
mis amiguitos
los
invito a jugar a casa.
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¿Qué de
paganismo hay en esa canción? Mis más bonitos recuerdos de Halloween, son de la
escuela elemental, cuando los niños nos intercambiábamos dulces. Mucha ternura
y amor cristiano había en las escenas de niños dando dulces a los padres.
Se habla
de un origen pagano en Halloween, pero ciertamente he visto más de lo que
tiende a la oscuridad, en los gritos del extremismo religioso que fomentan
cainismo, maltrato, odio, exclusión y manipulación para adelantar agendas
particulares.
En
contraste, he visto testimonios de bien en adultos y niños que redefinen el
Halloween en lo sano y unificador. Aunque no todos obran así y hay que estará
alertas ante quienes aprovechan los disfraces para lo incorrecto y no todo son
inocentes dulces, es propio fomentar lo positivo.
Se puede
decir “Sí” a los disfraces creativos en lo constructivo, y fomentar la buena
convivencia comunitaria.
¿”No” al
Halloween? ¿Y a qué “Sí”? ¿Decir “Sí” a lo que pregona hasta más allá del
cansancio ”No” al Halloween para alentar soberbia y proyectar superioridad o la
comparativa de que quien no le da la razón está en error y perdición? Digamos
“Sí” a lo armonioso y salomónico y “No” a los extremos nocivos.
Respeto a
quienes optan con respetable entendimiento por no celebrar Halloween (tampoco
celebro ese motivo), pero que haya respeto a quienes optan por celebrar
Halloween. En eso, quienes tengan planes negativos, que desistan de eso. Rumbo a Halloween 2015, bendigo a todos los que
participan de una u otra forma de esa festividad. Celebren con moderación, con
disfraces admirables, y con precaución ante quienes obran mal, para que no se
empañe el umbral hacia los días más especiales del año. Muy bien vendría una tregua en la criminalidad.
Que las
buenas actividades de Halloween den testimonio de que con amor se puede más.
Que la lección de Halloween sea que lo que se pueda asociar con un mal origen,
no tiene que seguir esa ruta siempre. Se puede crecer, consagrar y perfeccionar.
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