De
mis días en escuela elemental, recuerdo que se veía con gran alegría la llegada
de Halloween porque era como anuncio de que pronto llegaría Acción de Gracias y
el tiempo navideño. Todo eso tenía una magia única en la imaginación de la
niñez.
Recuerdo
cómo la imaginación y los talentos se manifestaban en arte único y
pensamientos. Los niños dibujaban y eran los principales protagonistas
para decorar el salón de clase (las calabazas permitían educar sobre el aprecio
de la agricultura y la naturaleza). La dinámica enseñanza-aprendizaje adquiría nuevos
alcances y al momento de compartir dulces, era toda una escuela de ternura y
amor. Más allá de la escuela, predominaban los disfraces de motivos positivos.
Nada de diabólico hay
en tantas anécdotas de días de sano compartir. ¿Qué persona cuerda puede
concebir que una dinámica que fomenta creatividad y buenos valores, puede dar
culto al maligno? Con el paso del tiempo, se superó el origen de Halloween. Lamentablemente
son ciertos líderes religiosos los que tienden al mal por la vía del fanatismo,
el cainismo, el personalismo y la manipulación.
Lo que se
inclina hacia el maligno no está en niños compartiendo sanamente, adultos que
buscan dar rienda suelta a buenos talentos y familias que buscan un nuevo
espacio e confraternización. Lo que se inclina hacia el maligno está en cierto
liderato religioso que practica la exclusión, el maltrato, el juicio condenador
y el buscar silenciar a todo el que piense diferente. La lógica dicta que tales
estilos y otros, convierten las prédicas en escuelas de violencia y se puede
anticipar que los niños ahí formados, llevarán la violencia al hogar. En todo,
se necesita sabiduría y discernimiento.
Afortunadamente no
todo el liderato religioso falla. Quienes cumplen bien y honran la vocación de
mayor consagración, merecen pleno apoyo. Quienes fallan y corrompen, necesitan
su Damasco y asumir responsabilidades dignamente. Lo salomónico es no juzgar
mal a todo el que se identifica con la fe y lo religioso por los errores de
unos cuantos; y no juzgar mal a todos los que celebran Halloween por los errores
de unos cuantos. Todos compartimos la misma naturaleza humana; por lo que aun
de haber quien celebre Halloween por el motivo original, lo que procede es educar
con madurez y comprender que hay que coexistir en esta tierra que habitamos.
Rumbo
a Halloween 2015, bendigo a todos los que participan de una u otra forma de esa
festividad. Celebren con moderación, con disfraces admirables, y con precaución
ante quienes obran mal, para que no se empañe el umbral hacia los días más
especiales del año. Muy bien vendría una
tregua en la criminalidad. En especial, exhorto a fomentar Respeto Completo: Que los niños que no
participen no se sientan mal y no hagan sentir mal a otros, que los niños de sí
participen puedan disfrutar a plenitud sin caer en excesos o mirar mal a quien
no participe, y que TODOS puedan
crecer en amor, amistad, armonía, intelecto constructivo y tolerancia en la
forma que en el futuro sean bonitos recuerdos de integral edificación. Dios
ilumine a todos.
·
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de
Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no
ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” –1 Juan:4:7-8
Canciones
de Halloween para los niños: https://www.youtube.com/watch?v=lU8K0MQE5Hc
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