El
Paseo Atocha tiene suma importancia en la historia de Ponce. Hubo un tiempo en
que fue la arteria vital comercial y con el paso de las épocas, llegó a ser
paseo peatonal como parte de la visión integral de revitalización y desarrollo
de los centros tradicionales, impulsada por la administración del gobernador
Rafael Hernández Colón.
Hoy,
ante la foto del Paseo Atocha en la noche, unos pueden ver tranquilidad, y
otros pueden ver temor al crimen; unos pueden ver la serenidad del reposo, y
otros pueden ver la necesidad de más vida nocturna; unos pueden ver aires
románticos y señoriales y otros pueden ver joyas arquitectónicas que requieren enfoques
que fortalezcan al comercio y permitan repoblar mediante alternativas de
vivienda más accesibles.
No obstante, siempre está la esencia
señorial y por ende, siempre está el alma de pueblo que es lo que sostiene a
nuestra Ciudad ante todo. El verdadero procerato es mucho más que teorías y
monumentos, es la fuerza que forja generaciones con amor, visión y
perseverancia. Es con eso poder que hace buenos hogares y almas con bases de fe
con obras y dignidad, que heroicamente se hace patria. Dios ilumine a todos.
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