Todavía se ve
como un tema “prohibido” eso de lo que irónicamente todos hablan o han hablado:
la “masturbación”. Lo significativo es que de lo que no se quiere hablar, es de
lo que más hay que hablar en la forma debida.
Ante un tema
controversial y natural, me pregunté: ¿Qué sienten padres y madres al enterarse
de que el hijo y/o la hija practica la masturbación? La lógica me indica que
desean decir mucho, pero no desean avergonzar, recuerdan que lo han practicado,
no desean provocar algo peor y culminan en silencio.
Con toda
franqueza, reconozco que hay quienes recuerdan su pasado y se sienten culpables
y/o buscan motivos de satisfacción o justificación; y hay quienes piensan que
es mejor canalizar energías, impulsos y deseos en la masturbación, que
desencadenar otros problemas como embarazos sin control.
¿Por qué no
tocar responsablemente el tema de la masturbación? Hay que educar:
En lo más
simple, la masturbación es auto-estimulación o exploración del cuerpo. Porque
cada cual es responsable de sus actos y de las consecuencias de los mismos, no
procede atender el tema de la masturbación con mitos y mentiras, o fomentando
inseguridades y temores, sino con la verdad.
Hay quienes
atan lo de la masturbación con la llamada técnica del “beso astral”. Se trata
de una forma de visualización en que se desea algo tanto en la imaginación, que
se hace realidad. Es una teoría que no funciona para manipular a otros o
violentar el libre albedrío, por lo que la práctica efectiva requiere mucho más
que la visualización del momento en intimidad; requiere la visualización de la
perfecta complementación en fe, respeto, dignidad, mutuo apoyo, en fin, en lo
que hace al amor pleno, verdadero y consagrado al Creador.
No es correcto
invocar “religiosidad” para combatir la masturbación y ciertamente es erróneo
tergiversar el relato bíblico de Onán, ya que ese personaje se auto-estimuló
para evitar embarazar a la viuda de su hermano, no por la búsqueda de placer o
de factores de salud. Tampoco se trata de una “maldición generacional”, ya que
es una realidad comprensible y natural desde que el mundo es mundo. No es
cristiano crear infundados sentidos de culpa y miedo.
No es correcto
invocar los mitos que durante años se han presentado para crear terror, o
asociar esa práctica en sí, con enfermedades mentales o conflictos de
identidad. La conducta de los criminales y agresores sexuales no se origina en
la práctica de la masturbación, sino en otros factores. Veamos una opinión
profesional:
En el libro
“Sexualidad: sus conceptos básicos”, de Gloria Mock y Wilfred Martínez, se
establece que la masturbación se lleva a cabo por hombres y mujeres, y “tiene
un significado particular para cada persona y en cada etapa de la vida”.
En el libro se
explican los beneficios en cada etapa de la vida, que puede hacerse en soledad
o con la pareja, que se una forma placentera de liberar tensiones y satisfacer
el impulso sexual y desarrolla autocontrol. Se indica que se convierte en un
problema cuando en forma compulsiva, interfiere con el comportamiento de la
persona.
En otras
palabras, se puede comparar la masturbación con una práctica en un simulador de
vuelos: Por más que parezca real y ayude a perfeccionar técnicas y fomentar la
salud de la mente y la creatividad, los órganos y el cuerpo, no es real, y
jamás sustituye lo glorioso de la relación hombre-mujer hecha por el Altísimo.
Lo grande es
que por amplia norma general, quienes más aparentan escandalizarse por el tema
de la masturbación, son quienes dan los más cuestionables ejemplos y no se
escandalizan por lo que hay que hacerlo.
Hay grandes
motivos de indignación, como la corrupción (que se manifiesta en robo de dinero
y también en robo de ideas y tantas otras formas), engaños, crímenes, abusos,
asesinatos, violencia, en fin, temas mayores a lo que hace alguien en su
intimidad.
Mi
recomendación es tratar el tema de la masturbación responsablemente, no caer en
el idioma prohibicionista que no funciona y tampoco caer en mensajes de
mentiras, ya que pierde respeto y autoridad quien miente.
Es mejor
hablar con la verdad y explicar que aunque la masturbación pueda tener
beneficios, no sustituye a la compañía real y ciertamente Dios no hizo a la
humanidad para la soledad. Quién lea estas palabras que esté en esa práctica,
¿qué siente de sí (ante su conciencia y ante el Creador)?
Voy más allá:
¿Quién en su sano juicio puede estar en contra del profesionalismo y lo
didáctico para atender el tema de la sexualidad en tiempos en que el tema deja
de ser un misterio desde bien temprano? ¿Por qué no buscar ser parte de las
soluciones? Lo realmente inmoral se da mayormente en ciertos personajes que se
presentan como puritanos y religiosos, que hablan de “valores” para unas cosas
y avalan otros pecados, como los que fomentan odio y cainismo, maltrato, engaño
y manipulación, corrupción que involucra dinero, o practican en privado lo que
condenan en público.
No se sienta
culpable por algo natural que existe desde mucho antes de nacer usted y sus
antepasados. Toda alma tiene derecho a su legítima e integral realización y
plenitud. Siéntase llamado(a) a evolucionar para bien y a dar testimonio del
amor que es causa de vida fructífera y vocación suprema. Dios ilumine a todos.
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