Frente a la computadora: Un Recuerdo que TRASCIENDE

Frente a la computadora, tengo ante mí también el tradicional reloj de escritorio con un pequeño globo del mundo. Símbolos del tiempo y la creación se unen ante mí y surge el recuerdo de que el jueves 15 de diciembre de 2011, estuve en la presentación del libro “El poder está en la calle”, en el restaurante “La Casa de las Tías”, en la Calle Isabel. El libro fue escrito por la gran y admirable líder Carmen Yulín.

Hoy se cumple un año de esa actividad, con gran vigencia y trascendencia gracias a la elección de Carmen Yulín como Alcaldesa de San Juan.

                   

Doy gracias a Dios en forma múltiple: Por la bendición de haber estado en tan especial evento; a Wilda, Graciela por la Casa de las Tías, por haber desarrollado tan especial iniciativa y por el apoyo a Yulín; y por la elección de Yulín que establece nuevos precedentes de dignidad y potenciación, por lo que procede apoyarla ante los que quieren hacer daño (unos buscan dañar en forma directa, y peores son los que aparentan lo que no son), para que no sea dañada y con humildad cumpla a cabalidad.

 

Vi a Carmen Yulín y al licenciado José Alfredo Hernández Mayoral hace un año coincidir en la presentación del libro. Fue algo inspirador y aleccionador, en tiempos en que la patria clama por puntos de acuerdo y armonía ante la violencia, la crisis económica y tantos otros problemas. El cuatrienio 2013-16 será gran tiempo para hacer realidad unas grandes ideas. El triunfo de Carmen Yulín fue hecho por una nueva solidaridad en que hay de todas las ideologías.

 

Con esa conciencia, merecen primaria atención quienes han sabido estar ahí, apoyando en todo momento ante todo y ante todos, con sinceridad. También merecen atención quienes se integran al identificarse con el propósito de una nueva y mejor forma de ver y hacer las cosas. La patria nos necesita a todos. Por eso el llamado es a ser sabios y no perder la acción bien fundada y la capacidad de discernimiento.

 

Es cierto que Yulín es belleza encarnada, y poesía encarnada. Así lo expresé con el debido respeto hace un año. Me recordó unas palabras pronunciadas por doña Inés Mendoza de Muñoz Marín el 25 de septiembre de 1983 en la Asamblea de Mujeres del Partido Popular Democrático, en Mayagüez:

“Y quiero que se acuerden de esto mientras vivan: Que nunca es más hermosa una mujer, que cuando defiende el derecho de su pueblo, su libertad, su pan, su tierra”.

 

Pero es propio reconocer que lo en ella admirable es fruto de fe, valentía y de la luz que viene de adentro. Fue grande la lección de que procede hacer las cosas en forma diferente para lograr resultados diferentes. El libro y todo lo admirable en Carmen Yulín llegan en el mejor momento para fomentar más diálogos y puntos de acuerdo.

 

El libro ya es más que páginas, es un buen punto de referencia. Procede recurrir al mismo por los puntos de convergencia, y más por los puntos de divergencia en la medida que podemos descubrir que cada alma desde su propia realidad y llamado tiene algo que aportar, y al comprendernos mejor todos podemos hacer historia.

 

Einstein dijo: “Ningún problema puede ser resuelto ni comportamiento cambiado por el mismo nivel de conciencia que lo creó”, lo que nos indica lo sabio de crecer y no resignarnos a más de lo mismo. Vivimos un momento histórico único en que todos los puertorriqueños deben amar y defender a su Ciudad Capital de San Juan. La líder para hacer Gran Ciudad-Capital y Gran Ciudad-Pueblo es Carmen Yulín y ahora más que nunca, con el pueblo como principal protagonista, el libro “El poder está en la calle” es una herramienta indispensable, es un Libro Vivo que dará luz para nuevos tiempos  

 

El patriotismo no es sólo del procerato, de nombres exaltados o ampliamente reconocidos, o de quienes asumen posiciones en el liderato político y gubernamental. El patriotismo es amor que corre en las venas como las aguas de nuestros ríos que dan vida. El patriotismo se vivifica en toda gran inspiración y toda buena obra con sabiduría, conciencia y corazón en acción. El patriotismo palpita en las esencias de nuestras familias, en los perseverantes en el bien, en las almas que abren caminos, en quienes que superan soledades y contagian con nueva luz potenciadora, en las conciencias que no dejan de creer, sembrar y obrar para fructificar.

 

El patriotismo sabe perseverar con prudencia y dar batallas sabiamente, hablar con camisetas, enseñar desde la calle, jamaquear con amor y humildad, y reconocer que el bien agrada al Señor. El libro abona a marcar un antes y un después; su autora confirma que Dios se creció al crear a la mujer. Ella ha dado y da grandes batallas, y da grandes lecciones. Sigamos transmitiéndole fuerza del alma. ¡Ahora es que vamos!

 

Que se siga profundizando en las ideas y potencialidades que genera el libro. Que sigan los comentarios de los lectores. Que el libro sea material de estudio en foros educativos, legislativos y gubernamentales, comunitarios y de todo tipo; que sean estudios para propiciar nuevos diálogos, puntos de acuerdo y alianzas para ser parte de las soluciones o por lo menos, de alivios reales y mejores prólogos. Que “El poder está en la calle”, esté presente en la nueva obra desde San Juan para la patria entera.

 

Reflexionando ante los símbolos del tiempo y la creación, doy gracias a Dios y reafirmo la fe en que si nos ha permitido llegar como individuos y pueblo a esta etapa, procede buscar consagrar los nuevos pasos. Recibamos en el más puro entendimiento, que
Dios brinda esta gran oportunidad de restauración e innovación, en que Carmen Yulín asume una seria responsabilidad y merece nuestras oraciones y apoyos de verdad.

 

Que sea el libro de Carmen Yulín, avanzada de mucho más. Que las nuevas crónicas a partir de enero de 2013 permitan a los sanjuaneros escribir nuevas páginas en El Libro que inspira, une y forja generaciones. Como hombre, le doy las gracias y la gloria a Dios cuando la mujer da LECCIONES. Dios ilumine a todos en momentos en que hay que superar los estilos de lo peor del pasado, para restaurar y construir.

 

--Gerardo L. Berríos Martínez