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“Nuestra responsabilidad ante nuestro
pueblo no se limita al cumplimiento del programa. Es responsabilidad de
enseñanza. Y es responsabilidad de ejemplo”. Discurso de la Victoria, 16 de
noviembre de 1940
A los Legisladores de
Mayoría y Minoría:
En el 2012 el pueblo
votó por un CAMBIO, NO por lo mismo o peor. Que no domine la tentación de la
política de buscar tecnicismo para justificar los estilos más costosos, al son
de “por si son solo 4 años, vamos a darnos bien la gozá”.
Es cuestionable que
una mayoría parlamentaria vote a favor de unos niveles de compensación
legislativa en tiempos de crisis en que a la mayoría el dinero no le rinde, y
es cuestionable también que una minoría parlamentaria se abstenga de votar como
si estuviese a favor u opte por la constante riña política en vez de aportar
positivamente.
La Biblia dice que Salomón
le pidió a Dios sabiduría para gobernar bien y le fue concedido eso y más.
MUCHO serla MEJOR en el país si los gobernantes buscaran de Dios y agradar al
Señor mediante el servicio de excelencia.
La Biblia
establece el orar por las autoridades. Es legítimo y más que justo, exigir
cumplimientos de los funcionarios electos y hasta advertir con buena fe cuando
procede, pero es mejor aconsejar como si se representase a Jesús
Luis Muñoz Marín enseñó que se exige obra y ejemplo, y que el voto se
presta cada 4 años, condicionando el renovar un mandato a los desempeños y
cumplimientos.
Se está a tiempo para rectificar ante un Dios de oportunidades, ante las
causas mayores que unen y hacen patria, y ante el derecho de todos a tener su
Damasco, honrar los dones y oportunidades recibidos del Creador y crecer en
forma integral.
Le toca al Gobernador
poner orden. Bendigo al gobernador Alejandro García Padilla para que sea sabio,
enérgico y efectivo. Con esa perspectiva, procede recordar la siguiente cita,
con gran vigencia para el presente momento histórico de Puerto Rico:
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“La causa fundamental que nos ha traído
a este sitio es la capacidad natural de nuestro pueblo para entender lo que
significa la democracia”. Discurso al asumir la Presidencia del Senado, 10 de
febrero de 1941
Dios ilumine a todos…
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