lunes, 18 de febrero de 2013

¿Qué es “familia”?


Se convocó para una concentración el 18 de febrero de 2013 frente al Capitolio en pro de la familia puertorriqueña. Una buena pregunta es: ¿Qué es “familia”?

 

Dios establece en la Biblia la definición y guía, y en todo creyente está la autoridad para dar vida a lo que es una familia; la función no se limita a la autoridad religiosa, comienza en el hogar y es fortalecida por educadoras, líderes religiosos, amistades, comunidad y todo lo que abona a la sumatoria que forma al ser humano.

 

Sobre la marcha, APOYO todo propósito edificante que puede unir a personas de diferentes partidos y de todas las denominaciones religiosas (aunque veo a destiempo en lo inmediato una concentración en vez de dialogar y educar primero); pero NO APOYO que se den en torno a eso manifestaciones de odio y otras agendas.

 

La realidad es que NO hay absolutos en el mundo. Por ejemplo:

 

·         NADIE tiene el monopolio de la verdad. La verdad completa la posee el Señor y los destellos de verdad en la existencia, se logran en la comprensión, tolerancia y la Ley de tratar al prójimo como a uno mismo.

 

·         El concepto de que impere “lo que piense la mayoría”, NO es un absoluto o una licencia para aplastar a quien piense diferente. Lo sabio, correcto y sobre todo cristiano, es dar humildad a la mayoría y buen trato a la minoría; ya que está la Ley de Siembra y Cosecha y la vida es como una rueda. Recordemos que las mayorías a veces aciertan y a veces se equivocan (la Biblia nos dice que una mayoría pidió la liberación de Barrabás; la historia nos dice que una mayoría llevó al poder a Hitler y una minoría comenzó lo que hoy se llama cristianismo).

 

·         Recordemos que de los cristianos se espera mucho más y el mejor testimonio es no abusar y no caer en los peores estilos. La mejor prédica es de amor integral.

 

Habrá puntos de convergencia y divergencia, pero es un imperativo fomentar la sana convivencia en vez de la guerra, en esta Isla que es hogar de todos.

 

Favorezco los principios bíblicos como guía de vida, pero con la conciencia de que ser “cristiano” no es religión, un género musical o una marca comercial. Ser “cristiano” no es ser perfecto o inmune a lo que afecta al mundo. Ser “cristiano” es ser creyente; lo que infunde una naturaleza revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y hacer.

 

En una sociedad civilizada con un buen gobierno, le toca a los gobernantes ser justos hacia todos y ciertamente Puerto Rico debe seguir creciendo y evolucionando en eso.

 

¿Cuántos de los que hoy convocan tanto por la participación en la actividad “por la familia”, guardaron silencio ante factores que en verdad afectaron a la familia, como la Ley 7 que justificó despidos? ¿Qué buscan en verdad? Esa es la pregunta.

 

En la vida NO hay absolutos y la perfección NO se busca en la ruta de caer en lo que más se critica y censura. Considero que lo verdaderamente cristiano fomenta respeto, pensamiento constructivo ante la diversidad, igualdad humana, justicia y soluciones salomónicas, no fanatismo y polarización.

 

Con toda sinceridad, considero que “familia” no siempre es lo que se ajusta a una imagen tradicional. Por ejemplo: Hay familias de nietos cuidados por abuelos, padres solteros, madres solteras, hijos mayores que asumen el liderato, parejas sin hijos, parejas con hijos adoptados, niños que pierden a sus padres y sin otros familiares encuentran el abrazo en desconocidos, en fin, en un escenario cada vez más complejo, veo que “familia” es mutuo apoyo sabio (que combina estímulo a lo bueno, tolerancia, visión compartida, penas y alegrías, una jornada en común con propósitos mayores, y corrección en pos de lo más correcto); es “una institución y escuela de amor”.

 

Por eso, lo más que se necesita no son concentraciones y choques, sino un proyecto abarcador para apoyar a las familias y sobre todo, dar el bálsamo a las almas heridas que han sido marcadas por escenarios de dolor que deforman el sentido familiar.

 

Hay veces que los señalamientos son en sí una urgente petición de ayuda y en su ruta, Jesús buscaba responder con aliento a la fe, sabiduría y sanidad. Que ante reacciones fuertes haya comprensión y empatía, para no caer en la guerra sin fin de “yo tengo la razón” y que no sea demasiado tarde para quienes no saben lo que es una familia fundamentada en el amor que dice la Biblia y que en ocasiones lo olvidan los líderes religiosos de quienes se espera más. 

 

Así, porque el puritanismo no funciona (todos compartimos la realidad humana con virtudes y defectos), bendigo a quienes apoyan y a quienes no apoyan la concentración por la familia, ya que el mayor sentido familiar trasciende eventos de un momento dado y busca crecer, fructificar y progresar día a día.

 

Veo que es importante la oración para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana. Así, oremos por toda autoridad que puede dar la mejor definición a la convivencia humana para que ahí den la mejor definición de “familia”. Dios ilumine a todos.

 

--Gerardo L. Berríos Martínez

 

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