lunes, 5 de enero de 2015

Desde Ponce, la Luna que se despedía y se negaba a dejar de brillar…


·         “En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna”. --Gustavo Adolfo Bécquer

La noche del 4 de enero del 2015 fue de Luna llena con mucha luz. En el amanecer del 5 de enero, víspera de Reyes, la Luna se iba despidiendo en el horizonte, como queriendo retar a la luz solar que se asomaba. Así me inspira en Ponce, Puerto Rico.

Toda Luna llena me recuerda siempre en primer lugar a la música de la gran alma con dones, talentos, llamado único, energía, belleza inenarrable y presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina León. Dios se creció al crear a la mujer.

El que una gran luz siguiera brillando más allá del horizonte, confirma que cada alma puede crecer, fructificar e iluminar más allá de lo aparente y toda opinión derrotista y sin trascendencia. Dios se glorifica en las nuevas victorias. Dios ilumine a todos.

·         “¡Cómo el hombre! En noches de luna llena el espantapájaros es miserable”. --Shiki Masaoka








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