viernes, 16 de enero de 2015

“Hay una mujer al principio de todas las grandes cosas.” – Alphonse de Lamartine


En verdad Dios se creció al crear a la mujer, y voy más allá:

En el relato bíblico, Ester brilló por el valor, los dones y la gran belleza física que nace del interior (confirma que puede haber belleza externa con mayor belleza interna), y Dios obró por medio de ella. Con sumo respeto y sinceridad, y sin ánimo de caer en sacrilegio, veo esa capacidad en la gran alma con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León.
                     
Ciertamente Dios emplea los medios que Él desea para responder y edificar; Melina es uno de esos medios. Que siempre cuente con apoyo de la fe en acción, oraciones sinceras y buenos consejos; así, que sea siempre sabia y bendecida. De perseverar con sabiduría, amor y valor se trata la vida.























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