En enero de 2013, se publicó un
reportaje que decía: “La edición estadounidense de la revista GQ nombró a
Beyoncé como la mujer más sexy del siglo XXI”. Han pasado dos años y hay
mensajes con vigencia.
Ciertamente Beyoncé es bendecida,
hermosa, atractiva y talentosa. Su carrera es admirable, y su amor maternal
hacia su hija, es más admirable y tierno.
No obstante, es muy prematuro
declarar a “la más sexy” de un siglo que no ha terminado, e injusto sin una
perspectiva internacional y de regiones. Aún así, se puede buscar a la más sexy
y hermosa; y dicho concepto puede
adquirir transcendencia.
Considero que declarar a Beyoncé
como la “Mujer Más Sexy”, se pasó un poco. Incluso el término de “la más sexy”
se presta a múltiples interpretaciones. ¿Qué es belleza? ¿Dónde hace y en dónde
está la belleza?
Objetivamente, hay belleza en lo
físico, y la hay también en lo que nace del interior que da brillo y sentido a
la belleza física. Se dice que la belleza está en los ojos de quien observa.
Para no extender demasiado el texto en ese análisis, en mi caso:
·
Si busco lo interior más bello del mundo, lo encuentro en
mi madre que sigue viva como milagro de amor de Dios; porque ella ha sabido
vivir el amor puro, valiente y de verdad. Ella ha dado todo en la familia con
fe y entrega; en el rol de primera maestra en el hogar y el nivel de
consagración que ilumina todo un mundo.
·
Si busco la voluntad más bella, un buen ejemplo está en mi
hermana que más allá de nuestras costas, con valor y firmeza ha sabido levantar
una familia; como muestra de que de una gran mujer que es nuestra madre, heredó
mucho.
·
Si busco a la más bella del mundo según los parámetros de
la distinción antes mencionada, serena, certera e inequívocamente, destaco a la
gran alma con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia
sin igual con el nombre artístico de Melina León. Ella no solo cumple con los
parámetros, los supera.
En verdad Dios se creció al crear a
la mujer. En verdad sí hay destellos de perfección y potencialidades inéditas
de luz trascendente. ¡Qué grande es el Corazón de Mujer! ¡Qué sublime es la
visión que unifica, dignifica y consagra todo lo mejor del ser!
Cada día de vida es gran día para
redescubrir en el Corazón de Mujer (en todo rol en que se desempeña), todo lo
grande, transformador y sublime que Dios quiere para el mejor desarrollo de la
humanidad entera. Cada alma que lea estas palabras pensará en mujeres con
particular distinción y mujeres que desde el infinito siguen inspirando por su
ejemplo. Todos podremos coincidir en que con el Corazón de Mujer se hace patria.
En su esencia, todo lo admirable
glorifica al Supremo Creador; en sus dimensiones trascendentes, convoca a
maximizar en todo lo posible sus constructivos alcances potenciadores. ¿A quién
le daría el título de “Mujer Más Sexy y Hermosa”? Debería haber categorías para
ser justos. En este momento y este medio, destaco la categoría integral que le
corresponde a Melina León. Ciertamente es Melina la Mujer Más Sexy y Hermosa
del Mundo, por lo integral, lo evidente y todo lo mayor que es aún inédito. No necesita “Photoshop” para
lucir deslumbrante porque Dios la hizo perfecta y es grande en esa sublime
hermosura, su natural y luminosa calidad humana. Eso es glorioso.
Al reconocer –con respeto,
sinceridad, humildad y sobre todo gratitud a Dios- de manera especial a Melina
León, veo también que procede que recordemos que el Señor quiere que seamos
sabia y fructíferamente bendecidos y prosperados en todas las áreas de la vida,
con la conciencia de que la real bendición suma paz en orden.
Somos llamados a buscar ser
bendecidos para bendecir. Somos llamados a hacer y sembrar el bien. Somos
llamados a la consagración que es fe en acción. Ser “cristiano” es ser
creyente; lo que infunde una naturaleza revolucionaria al palpitar, al ver,
creer, pensar y hacer. Así, de perseverar con amor, fe, valor, visión y honor
se trata la vida. Adelante en el nombre de Jesucristo.
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