Leí en el 2014 el libro titulado “Historia del Partido Nacionalista en Utuado”; es
excelente, transmite mucho y lo recomiendo. Es un libro que permite conocer
detalles sobre la organización, propósitos y luchas de un movimiento, por lo
que en sus alcances que trascienden al tema en sí, propicia el estudiar cómo el
pueblo, en su diversidad de ideologías y
niveles socio-económicos veía a dicho movimiento.
Se indica que el Partido Nacionalista solo
participó en el proceso electoral, en las elecciones de 1932. Les debe haber
defraudado la limitada cantidad de votos, pero hay otros factores a considerar,
como:
·
Puerto Rico era
afectado por la Gran Depresión y como agravante, en 1932 la Isla fue azotada
por el huracán San Ciprián (uno de los 5 huracanes más intensos que han
atravesado la Isla).
·
La elección del 1932
fue empañada por el fraude masivo.
Una válida pregunta es: ¿Qué uno haría ante factores
así, pensando que se sigue una causa correcta ante un sistema que tanto
obstaculizaba, un país que necesitaba unas soluciones inmediatas y un pueblo
que en su mayoría daba claros mensajes?
El
libro presenta lo que sigue siendo el gran debate:
·
“Descrito por algunos como
valor, por otros como acto terrorista…”.
Otro detalle
significativo de su libro, es que ante los hechos de la revuelta nacionalista y
otros sucesos, se podría pensar que la década del ’50 fue convulsa y de
inestabilidad para el país. Sin embargo, paradójicamente se identifica como la
“Década de Oro” en Puerto Rico. En internet, el Banco Gubernamental de Fomento
para Puerto Rico explica lo siguiente:
·
“Impulsada por las nuevas inversiones en manufactura,
la economía de la Isla floreció en la década de 1950. El crecimiento anual
promedio fue de 8.3% durante la década y el ingreso per cápita se duplicó de
$342 en 1950 a $756 en 1960. Mientras tanto, la inversión bruta aumentó en un
219% durante este período. El crecimiento acelerado de Puerto Rico lo convirtió
en un modelo de desarrollo económico donde llegaron visitantes de todo el mundo
a conocer sobre la Isla. Puerto Rico se había transformado de ‘la Casa Pobre
del Caribe’ en un Modelo de Democracia”.
La obra de
progreso y justicia social, parcelas e infraestructura, nuevos hospitales,
educación y alfabetización fue
impresionante. Todavía hoy, hay admirables testimonios como fruto de tales
reformas
Ciertamente el
proceso constitucional que da origen al ELA fue democrático y ejemplar. El
resultado ha sido tan bueno, que hasta estadistas han indicado que de lograrse
la Estadidad, se mantenga la actual Constitución para el estado de Puerto Rico.
Las expresiones judiciales e internacionales que validan al ELA son
contundentes. Puerto Rico afianzaba lazos con la gran potencia triunfante en la
Segunda Guerra Mundial.
Para la década
del ’50, grande es el desarrollo artístico, literario y cultural. En lo
musical, Felipe Rodríguez ejemplifica los estilos de gran contenido. Es en 1955
que surge el Instituto de Cultura Puertorriqueña.
No todo fue
color de rosa. Sobre la migración, de la UPR se informa en internet:
·
“Para el año 1940, menos de 70,000 puertorriqueños
vivían en los Estados Unidos continentales. Diez años después la comunidad de
emigrantes se habían multiplicado a 300,000 personas y en la siguiente década
ya había alcanzado la enorme cifra de 887,000. Para el 1970 el número de
personas nacidas en Puerto Rico o de padres puertorriqueños que vivía en los
Estados Unidos, alcanzaba la cantidad de 1.4 millones de personas. En 1975 esa
cifra subió a 1.7 millones. Se dice que fue la ciudad de New York el primer
hogar para millones de inmigrantes al país, que se convirtió en el nuevo hogar
para la llegada masiva de ciudadanos estadounidenses de otras partes, siendo
ellos los puertorriqueños y los negros que venían de los estados del sur de los
Estados Unidos”.
La gran
pregunta es: Si había tanto progreso en la Isla, ¿por qué la masiva emigración?
Los más críticos indican que la estrategia gubernamental fue precisamente bajar
los niveles de desempleo y proyectar progreso con las vía de emigración y de
enviar al ejército. No se habla mucho de los padres que enviaban a los hijos al
ejército pensando en beneficios y oportunidades.
En todo caso,
la suma de factores no daba margen al nacionalista mensaje radical, de
violencia y sin garantías de dar algo mejor al país. El que los puertorriqueños
(y habitantes de otros países) vean hacia Estados Unidos como un mejor destino
en un escenario de cambio, confirma que no hay margen para el mensaje de
separación.
El libro toca
bien unos detalles del movimiento nacionalista y trasciende al mismo, al
fomentar el estudio de las diversas, complejas y paradójicas realidades de unos
momentos históricos.
Se presentan también los propósitos de la revuelta
nacionalista, y se menciona el ataque en que participó Lolita Lebrón. El no
haber logrado apoyo de pueblo, da vigencia a que la falta de sintonía con el
pueblo no adelanta causas. Veo que de haber tomado otra ruta, hubiesen podido
hacer mucho bien.
Es acertado en el libro --que ya es lectura necesaria
para todo buen estudio histórico-- culminar con rescatar el nombre de una gran
dama. Se puede coincidir y diferir de sus ideas y acciones. Sin embargo, verla
en sus méritos y el contexto total del libro, permite descubrir que se crece al
tratar de colocarnos en el lugar de la otra persona y desarrollar más amplio
entendimiento y empatía.
Felicito a la joven escritora Glorimar Rodríguez; y
reconozco el apoyo de la gran educadora de vocación que es la profesora Neysa
Rodríguez. La edificación de generaciones es inspiradora, potenciadora y
aleccionadora
Que la nueva generación de escritores compuesta por
talentos de diversa edades y formaciones, cree nuevos paradigmas. Gracias por
el libro titulado “Historia del Partido
Nacionalista en Utuado”, que es un tesoro
historiográfico por trascender la historiografía. Dios presida en las rutas del
país.
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