martes, 21 de abril de 2015

A 50 años de distancia del fallecimiento de Pedro Albizu Campos.

Fue el 21 de abril de 1965 que falleció Pedro Albizu Campos. Han pasado 50 años y todavía el destacado líder nacionalista sigue generando pasiones y diversidad de opiniones y análisis. Todos los puntos de vista merecen atención y respeto.

El 15 de noviembre de 1964, Albizu había sido indultado por el gobernador Luis Muñoz Marín (en 1953 había sido indultado, pero por los hechos dados en la Cámara de Representantes federal fue revocado. Al recordar la muerte de Albizu, se puede analizar cómo Muñoz ejerció el deber de gobernante con el debido rigor sin perder el sentido humano y cristiano, o cómo debe recordarse que el líder nacionalista nunca debió ser sometido a torturas. El que ocurran torturas sigue siendo un lastre para el mundo en el siglo 21. Para crecer hay que profundizar en lo humanitario.
                          
Al recordar a Pedro Albizu Campos en el 50 Aniversario de su muerte, merecen respeto, consideración y empatía, la dignificad de lo que fue su ser, y sus seguidores. Merecen igual respeto, consideración y empatía, las diversas corrientes de pensamiento en el análisis, tanto las que coincidan como las que difieran de su causa.

Uno de los pensamientos de Albizu dice:  
·         "La victoria de una puertorriqueño sobre otro puertorriqueño es la derrota de la patria".
Muy bien se puede interpretar que emplear a Pedro Albizu Campos para fomentar odio e intolerancia, no le hace bien al país ni a la causa en la que creyó. Hay que hacer patria, no fragmentar patria.

Merecen respeto quienes ven a Albizu Campos como héroe, prócer o patriota. Merecemos igual respeto quienes no vemos esos atributos en Albizu.

La historia nos dice que la elección del 1932 fue empañada por el fraude. Sobre eso, escribió Héctor Luis Acevedo: “En los años treinta una decisión del Tribunal Supremo de 1931 el Tribunal Supremo de Puerto Rico emitió la opinión de Pueblo v. Ramírez Brau donde invalidó el requisito de entintarse los dedos al votar . Esta decisión abrió las puertas al fraude masivo con votaciones múltiples por las mismas personas en las elecciones de 1932. En 1936 se trajo a la consideración de la legislatura la situación de múltiples inscripciones fraudulentas. Ante la inacción de ésta, el Director de la División de Territorios de Estados Unidos denunció la misma el 9 de marzo de 1936 ante el Senado de Estados Unidos. El Senador Milliard Tydings presentó la evidencia del fraude masivo en las elecciones y propuso el colegio cerrado para evitar el fraude el 23 de abril de 1936. El colegio cerrado operaba impidiendo que ningún elector entrara a los colegios luego de comenzada la votación, se podía salir pero no entrar, lo que imposibilitaba que se votase más de una vez aunque se tuviera múltiples entradas en las listas electorales”. Es normal que sea fuerte la reacción ante un sistema fraudulento. Son comprensibles las palabras de Albizu de 1934:

·         "En estas elecciones que acabamos de presenciar, las facciones de gobierno han recurrido a todos los métodos para levantar las pasiones más bajas en las masas, recurriendo a todas las formas de soborno. Se ha recurrido a algo inaudito: al secuestro de electores"

Es comprensible que Albizu perdiera la fe en ese proceso electoral fraudulento en que participó y fue derrotado. Sin embargo, el tiempo no se congeló en ese momento y con mejoras en el sistema de votación, se hizo innecesaria la lucha armada en sustitución de las urnas. La causa de “patriotismo” se pierde cuando se ignoran unas realidades del país y el deseo del pueblo de rutas democráticas y pacíficas.

Lo de “luchar por la libertad de un país” se desvió por los errores de ciertos líderes; mucho más hubiese hecho y logrado Albizu Campos por la verdadera libertad del país si hubiese aceptado la ruta de la concordia, de la conciencia humana superior al ego desenfrenado, y hubiese maximizado las formas de hacer patria en esa senda.

Objetivamente, todo indica que aún con un sistema electoral limpio, el movimiento nacionalista no contaba con el apoyo de las urnas por la falta de sintonía con el pueblo; y porque no se puede creer en la democracia solo cuando los resultados electorales son favorables, lo que procede no es la lucha armada, sino seguir educando.

No hay forma de apoyar lo de Albizu de fomentar el asesinato del líder y fundador Luis Muñoz Marín, ya que eso cae en crimen y terrorismo. Con cainismo y violencia e intolerancia, nadie gana y todos pierden. Se reconoce la década del ’50 como la década de oro y ante un proceso constitucional ejemplar y progreso con justicia social, el grito violento solo acentuaba que no lograban convencer a los electores.

No se cuestiona la inteligencia de Albizu Campos, que le llevó a estudiar en la Universidad de Vermont, y en Harvard, pero sí se cuestionan unos estilos. Unos dolores que sufrió Albizu en ciertas etapas, no justifican que tomara las armas y como muestra, el doctor José Celso Barbosa logró enfrentar el racismo con la frente en alto y no dejarse tentar por odios; se graduó de medicina de la Universidad de Míchigan con alto honor, y aportó mucho a la patria (como fomentando el cooperativismo).

En la página 16 del libro “Economía de Puerto Rico”, del economista Antonio J. González, quien fue destacado líder independentista, se reconoce que la Ley 600 no fue unilateral y por primera vez en la historia constitucional de Puerto Rico, requirió para entrar en vigor, el aval del pueblo. Así, lo más sabio para Albizu hubiese sido apoyar la dinámica de un nuevo sistema democrático-constitucional, y fomentar un proceso de diálogo para encaminar soluciones al tema de las relaciones de la Isla con Estados Unidos. Reconozco que apoyo la permanencia y estabilidad del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, pero en la base de paz y concordia y no en la base de buscar silenciar a todo el que piense diferente, ya que la patria nos necesita a todos.

He aprendido que algo admirable hay en quienes no renuncian a unas causas indistintamente de los resultados electorales, y perseveran positivamente. Ya que la sinceridad facilita la comprensión, reconozco que no veo a Pedro Albizu Campos como héroe, prócer o patriota; pero sí lo veo como alguien que deja pensamientos con gran valor para comprender que en la multiplicidad de ideas, es imperioso buscar los puntos en que se pueda coincidir. Voy más allá:

Se puede diferir de una persona y al mismo tiempo, reconocerle dones. Se puede admirar a una persona y al mismo tiempo, reconocerle defectos por la imperfección compartida por todos los seres humanos. Procede entonces, comprender que la mejor ruta salomónica es dedicar todo lo mejor al Creador. Maestro con letra mayúscula solo hay uno, y es el Resucitado. Al género humano le toca procurar el crecimiento integral. Adelante…

·         "Reposará en la estepa la Equidad, y la justicia morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la Equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17
             
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