El
miércoles 2 de septiembre de 2015, estuve en la presentación del libro de David
A. Rezvani titulado “Surpassing the Sovereign State: The Wealth, Self-Rule, and
Security Advantages of Partially Independent Territories”. Recomiendo el libro a todos.
Sin buscar generar
contiendas, la lógica dicta que Rezvani estudió más a fondo el tema de las
relaciones entre países que otros foros y funcionarios de gobierno, y tiene
mucho sentido. Libre de presiones políticas, de agendas particulares y
consideraciones de corto plazo, David A. Rezvani pudo profundizar en la vía
digna y aceptable de relación entre pueblos que no se limita a lo tradicional
de anexión o de separación.
Analizando el caso de
Puerto Rico y de otros países que adoptaron rutas creativas, se puede concluir
objetivamente que Puerto Rico NO es colonia.
Ante una opinión tan serena y bien fundamentada, no debe llevar a alarma, confusión
o desesperación el que funcionarios de turno en Estados Unidos puedan tener
opiniones contrarias a ese razonamiento. Recordemos que las opiniones del
Departamento de Justicia de los Estados Unidos son solo opiniones, NO son Ley
ni palabra de dios.
Con toda objetividad, las opiniones del Departamento de Justicia federal en
el curso de la historia, sostienen posiciones de las administraciones de turno.
El dar extrema autoridad a opiniones de un momento dado, es un error. Por
ejemplo, quienes hoy idolatran lo que les suena afín a sus agendas por opinar
sobre el status político de Puerto Rico en una forma contraria a lo sostenido
desde 1952, entonces avalarán lo que se opinaba en tiempos de la prohibición o
en catalogar a Albizu Campos como terrorista. Hay que tener sabiduría para
entender y capacidad de discernimiento para tomar lo constructivo y desechar lo
que nada bueno aporta.
Con la creación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (ELA), se buscó
crear una nueva relación entre dios países, en el modelo autonómico. El ELA
está bien definido e históricamente eso ha sido reconocido en los tribunales y en
las Naciones Unidas.
Lo primero internacional que valida al ELA es La Resolución 748, mediante
la cual, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebró el proceso que
ponía fin a la clasificación de Puerto Rico como colonia y dijo entonces que
“reconocía que el pueblo del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, al expresar
su sentir de forma libre y democrática, ha alcanzado un nuevo status
constitucional” y que “el Pueblo del Estado Libre Asociado de Puerto Rico ha
sido investido con atributos de soberanía que claramente identifica el status
de gobierno propio alcanzado por el pueblo de Puerto Rico como el de una
entidad política autónoma”.
Además, la Resolución 2625 reconoce en “El principio de la igualdad de
derechos y de la libre determinación de los pueblo”, lo siguiente: “El
establecimiento de un Estado soberano e independiente, la libre asociación o
integración con un Estado independiente o la adquisición de cualquier otra
condición política libremente decidida por un pueblo constituyen formas del
ejercicio del derecho de libre determinación de ese pueblo”.
Es decir: Es falso argumentar que el ELA no es opción y que se tiene que
tomar un camino en específico por el llamado “derecho internacional”, ya que en
las más simples y directas palabras: Todos los principios en derecho y
procesales, se fundamentan en que lo que debe imperar es la libre y sabia
voluntad del pueblo. El gran debate está en dos puntos básicos:
·
Los alcances de la Ley de Relaciones Federales.
·
Los puntos específicos en áreas de crecimiento del ELA.
Las opiniones de funcionarios de turno NO son más que la base que valida al
ELA, la crisis económica fue creada por malas prácticas administrativas con el
lastre de la corrupción y NO por el ELA, y ciertamente NO sirven bien ciertos
personajes de causas acéfalas que se pegan hasta de un clavo caliente para
adelantar sus propósitos personales sin pensar en las consecuencias para el
país.
Ante la realidad de que perdió vida útil el lema de que “el status no está
en issue” y de que hay que atender ese tema para potenciar la democracia y el
desarrollo socioeconómico, lo más importante es lo procesal: Procede una
Constituyente que supere a partidos y funcionarios de turno para lograr
soluciones salomónicas. En esa ruta, el ELA (alternativa inherente a la ruta de
la innovación unificadora, que es muy necesaria al acentuarse lo necesario de
armonizar autosuficiencia e interdependencia) es la mejor zapata para edificar
y consagrar una patria grande y ejemplar.
“Surpassing the Sovereign State: The Wealth,
Self-Rule, and Security Advantages of Partially Independent Territories” es
excelente punto de partida para redescubrir la verdad, valorar logros patrios y
lograr soluciones con pleno raciocinio unificador y edificante. Si se desea forjar algo bueno, hay
educar para potenciar constructivamente, respetar la diversidad, no maltratar a
quien piense diferente y sobre todo, ver que una fórmula de status político no
es ideal, sino instrumento para servir a mayores ideales.
·
“En el sentido de que nuestro sistema norteamericano no
es estático, en el sentido de que no es
un fin, sino el medio hacia un fin --en el sentido de que es un organismo con
miras a crecer y extenderse para hacer frente a las condiciones y tiempos cambiantes
en un país grande-- en el sentido de que cada esfuerzo gubernamental nuestro es
un experimento --así las nuevas instituciones del Estado Libre Asociado de
Puerto Rico representan un experimento-- el más nuevo experimento y quizás el
más notable de los experimentos gubernamentales de Norteamérica en nuestras vidas”.
--Earl Warren, Juez Presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos
·
“Puerto Rico es verdaderamente único. Nos sentimos
felices de que Puerto Rico sea un Estado Libre Asociado autónomo, orgulloso,
unido a los Estados Unidos por propia decisión. Esta Isla en las aguas del
Caribe, entre dos grandes macizos continentales, ha sido fecundada por dos
poderosas corrientes de la historia, enriquecidas por dos grandes tesoros de la
cultura. Con ellas Puerto Rico ha dado forma a su propia manera de vida
mezclando lo mejor de lo viejo y de lo nuevo. Su programa de desarrollo, cuyas
raíces son la confianza propia, la ayuda propia, el propio logro, han causado
tremendo interés en cada área del mundo libre.
Y para otros pueblos que ahora luchan por realizar sus aspiraciones y
ambiciones, el Estado Libre Asociado de Puerto Rico ha demostrado que el valor,
la persistencia, la fe en los hombres y en el destino que Dios le ha dado,
pueden abrir caminos a través de barreras y obstáculos que pudieran parecer
insuperables. Ustedes han hecho para el Estado Libre Asociado un record de
logros en que muchos otros pueblos alrededor
del mundo han encontrado
experiencias e inspiración--.” --Dwight
Eisenhower
·
“En Puerto Rico
nos sentimos profundamente orgullosos de la aportación al pensamiento político
de América que significa el Estado Libre Asociado. Nos sentimos orgullosos como
puertorriqueños y como ciudadanos de Estados Unidos. El Estado Libre Asociado
es creación del espíritu de ambos pueblos. La capacidad de ambos para
desarrollar nuevas formas políticas; la disposición de Estados Unidos, tan
claramente demostrada en el caso de Puerto Rico, de respetar y respaldar los
deseos democráticamente expresados por un pueblo –aún llegando a adoptar nuevas
formas e instituciones en su manera tradicional de federalismo- hacen que se
ahonden nuestra confianza en nosotros mismos como puertorriqueños, nuestro
afecto por el pueblo de Estados Unidos, nuestro respeto por la libertad que
simboliza, sostiene y genera. No es libertad rutinaria. No es libertad
incrustada en rígidos moldes jurídicos. Es libertad creadora de nuevas dimensiones
de libertad”. –Luis Muñoz Marín.
·
“La creación del Estado Libre Asociado fue la culminación
de una centenaria tradición autonómica que lanza su primera palabra con el
obispo Arizmendi en la Catedral de San Juan y con Ramón Power en las cortes de
Cádiz. Esa idea se ennobleció con sacrificio de los mejores de nuestros
mayores. Hoy seguimos recordando con el más profundo respeto a aquellos hombres
que arrastraron la persecución, la cárcel y el exilio en defensa de nuestros
intereses y nuestros derechos.
Y, entre ellos,
tenemos hoy nuestro primer recuerdo para el hombre que finalmente pudo dar forma
y poner por obra las ideas de libertad y de justicia que venían madurando a lo
largo del tiempo el líder, el arquitecto de una nueva esperanza, Luis Muñoz
Marín. Nosotros somos la continuación de esa historia y esa historia no puede
perderse...
Una nueva dimensión
de soberanía necesaria para que un país como Puerto Rico vinculado con los
Estados Unidos a través de la común ciudadanía, pero con historia, cultura y
circunstancias diferentes, pudiera enfrentarse a los más graves problemas de
pobreza extrema y superarlos adquiriendo un nivel de desarrollo que no ha sido
igualado en toda la América latina.
Una nueva
dimensión de soberanía que brinda a las libertades civiles de los
puertorriqueños las protecciones de dos constituciones: la constitución americana
y la constitución del Estado Libre Asociado. Doble protección para el pleno
disfrute de todos los derechos constitucionales que proceden de la común
ciudadanía de los Estados Unidos de América…
Su carácter
autónomo está plenamente reconocido. Ya no puede haber dudas sobre su soberanía
dentro del sistema federal...”
--Rafael
Hernández Colón
Presentación del
libro: https://www.youtube.com/watch?v=_CUQsAuptmY
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