John F. Kennedy fue un ser humano con virtudes y
defectos, pero brilló y sigue inspirando mucho a generaciones en todo el mundo,
por sus mensajes, la lucha por los derechos humanos y las causas justas y
democráticas. Solo el extremismo se oponía a ese nivel de razonamiento sano y
bueno. Para Puerto Rico y la región caribeña los logros fueron mayores gracias
a la comunicación y mutuo respeto y entendimiento de Luis Muñoz Marín y Kennedy
(que validó el prestigio y gobierno propio del ELA).
Tuvo Kennedy el valor de enfrentar a los que insistían en
rutas equivocadas. En verdad quería cambiar las cosas para bien, no renunciaba
a la causa por los Derechos Civiles para todos y hasta proyectaba el retiro de
las tropas de Vietnam. Por eso, por el razonamiento lógico y por la evidencia
del famoso video tomado en el incidente, se aviva la conclusión de que el
asesinato fue fruto de una conspiración.
Lo más contradictorio es que personas que se identifican
como religiosas y deberían apoyar firmemente la Equidad que es buena y agrada a
Dios, fomentan el cainismo y han elevado su voz en contra del presidente John
F. Kennedy indicando que “sacó la oración de las escuelas”. ¿Cuántos en esa
línea llegan a decir que hay “maldición” en la familia Kennedy por eso? La
realidad es todo lo contrario.
La realidad sobre Kennedy y la oración en las escuelas,
es muy diferente a lo que dicen quienes plantean fanáticamente que Kennedy
eliminó la oración de las escuelas, en una forma que lleva a interpretar que
fue una iniciativa propia e incomprensible. La historia nos dice:
·
“La controversia sobre la oración
oficialmente patrocinada en las escuelas públicas NO comenzó hasta 1962, cuando
la Corte Suprema fallo por primera vez que dicha práctica viola la Clausula de
Establecimiento. Esta comenzó 100 años antes, en la década de 1830 en que hubo
olas de inmigrantes italianos e irlandeses católicos quienes objetaron las
lecturas obligatorias de la Biblia protestante de King James y la mayoría de
las oraciones protestantes, en la mayor parte de las escuelas públicas”.
Lo que incrementa el debate es la diversidad en creencias
religiosas que es una realidad que hay que reconocer y respetar. Explica la
historia brevemente:
/////////////////////////////
·
“De este conflicto surgió el caso de
Engel v. Vitale , un caso de 1962 en que la Corte Suprema fallo en contra de
aquella oración escolar que oficialmente este patrocinada y organizada:
‘Pensamos’, escribió el Juez de la Corte Hugo L. Black en nombre de esa
institución, ‘que usar su sistema escolar público para animar la recitación de
la oración del Regente, [una oración no- denominacional creada por el
gobierno], el estado de Nueva York ha adoptado una práctica en total
inconsistente con la Clausula de Establecimiento’. El siguiente año, en School
District of Abington Township v. Schempp, la Corte sostuvo que las lecturas de
la Biblia en las escuelas públicas también violan la Primera Enmienda.
El
Presidente John F. Kennedy, el primer Presidente católico del país, urgió que
se respetara la decisión de la Corte de Engel: ‘En este caso tenemos un remedio
muy fácil, el cual es que nosotros mismos oremos. Y yo pienso que sería una
recordación muy grata para cada familia americana, que podamos orar mucho más
en casa, que asistamos a nuestras iglesias con mucha más fidelidad, y que
podamos hacer del verdadero significado de la oración algo mucho más importante
en las vidas de nuestros hijos’.
Pero
no todos estuvieron de acuerdo con el Presidente. En cuestión de un mes se
presentaron más de 25 resoluciones ante el Congreso, llamando a enmiendas
constitucionales para derogar la decisión de la Corte incluyendo una que urgía
la adopción de una ‘enmienda cristiana’. Desde entonces han continuado los
esfuerzos organizados para circunvenir el fallo Engel…”.
////////////////////////////
La evidencia es clara: El presidente
Kennedy NO buscó eliminar la oración de las escuelas o desalentar la práctica
de la oración, sino que respetó la decisión judicial, enfatizando en la
importancia de la oración real. Es fácil evaluar décadas después, y es injusto
evaluar sin considerar los intensos días de los ’60, en que un conflicto entre
las ramas de poder, no hubiese servido bien, sino que hubiese agravado problemas.
¿Qué buscan quienes insisten en el
oscurantismo, el extremismo, la intolerancia, lo pequeño y en ignorar causas
que en verdad vivifican la fe, lo humano y cristiano? Ante eso, respondamos
apoyando a quienes realmente buscan hacer el bien y honran las vocaciones
consagradas; apoyando la sabia y edificante acción que agrada al Creador.
Voy más allá: En su discurso inaugural
del 20 de enero de 1961, el presidente Kennedy hizo la mayor expresión de fe y
de mirada al Todopoderoso:
·
“…the belief that the
rights of man come not from the generosity of the state, but from the hand of
God” ("Los derechos del hombre no provienen de la generosidad del Estado,
sino de la mano de Dios").
Concluyó ese mensaje así:
·
“And so, my fellow
Americans: ask not what your country can do for you—ask what you can do for
your country.
My fellow citizens of
the world: ask not what America will do for you, but what together we can do
for the freedom of man.
Finally, whether you
are citizens of America or citizens of the world, ask of us the same high
standards of strength and sacrifice which we ask of you. With a good conscience
our only sure reward, with history the final judge of our deeds, let us go
forth to lead the land we love, asking His blessing and His help, but knowing
that here on earth God's work must truly be our own”.
Nadie en su sano juicio puede pensar que un Presidente
con esa visión y trascendencia, puede estar en contra de la fe y la
consagración. En la medida que aceptemos que lo que mejor define a uno es lo que
uno vive, Kennedy fue hombre imperfecto que logró promover la perfección que es
vivir las mejores oraciones mediante sus mensajes y causas unificadoras como la
igualdad de derechos.
Por consiguiente, antes de hablar sobre la oración en las
escuelas, hay que renovar la conciencia, superar la politiquería solapada y
buscar mucho del Altísimo para que la reflexión no sea cuestión de ritual
religión, sino de real edificación.
No sirven bien quienes hablan de estar en la brecha,
desvirtúan ayunos y crean una artificial “guerra santa” que nada tiene que ver
con lo consagrado o el bien de la familia, sino con otras agendas. No sirve
bien buscar adelantar causas en la base del maltrato, la exclusión y tratar de
demonizar y excluir a todo el que piensa diferente. Afortunadamente no todo el
liderato religioso falla y por eso es importante la oración
para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y
fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana
doctrina cristiana.
A la hora de la verdad, el tema de la oración debe
fundamentarse en la propia conciencia de la persona, la formación familiar y
comunitaria, y el trabajo integral de los diversos organismos de nuestra
sociedad en pos de una más elevada, sana, constructiva, salomónica y productiva
conciencia; es buscar ser canales de bendición. Busquemos fomentar la oración
verdadera que no es apariencia, tergiversaciones ni ritos, y supera palabras
como vivencia que traza mejores rumbos de vida con la conciencia de que la
Equidad es inherente a la perfecta creación. Dios ilumine a todos.
·
"Reposará en la estepa la Equidad, y la justicia
morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la
Equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17
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