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“La misión del
alma humana es darle al hombre oportunidades iguales frente a las desigualdades
de la geografía, de la naturaleza, de la historia.” –Luis Muñoz Marín
Relatos de pelas y empujones se destacaron más sobre el “Viernes Negro” en
Puerto Rico que los casos en que todo marchó bien.
Es cierto que hay niveles de consumerismo. También es cierto que cuando se
complica la situación económica, se exacerban los ánimos y sentimientos y se
busca maximizar el poder del dólar.
Sin embargo, no es menos cierto que vivimos tiempos en la Isla en que
cierto liderato religioso fomenta violencia y exclusión. En la medida que cierto
fanatismo religioso fomenta el juzgar, condenar, demonizar y silenciar a quien
piense diferente, se acentúa el odio y la intolerancia. En la medida que cierto
fanatismo religioso fomenta gula y el desmedido enriquecimiento, se acentúa la tabla
invertida de valores que ve que se merece todo por encima de todos. En la
medida que cierto fanatismo religioso fomenta la falta de equidad, se fomenta
la desigualdad que abona a contiendas e injusticias.
Cuando más grandes son las obras de restauración en un país, más se
necesita del liderato religioso en todas sus vertientes, que fomente paz, sabiduría
constructiva, sosiego y la Equidad que es buena y agrada a Dios. Eso no está
ocurriendo a cabalidad en la Isla del Cordero, pero no debe llevar a perder la
fe, sino a reconocer que Dios emplea los medios que Él desea para responder,
obrar y edificar. Es evidente que hay que agudizar la capacidad de discernimiento
para separar al grano de la paja.
APOYEMOS el forjar una patria de todos en Puerto Rico.
APOYEMOS al liderato (en la política, lo gubernamental,
lo digno que honra el altar, lo comunitario, la diversidad de quehaceres y
foros, el hogar y mayormente los héroes anónimos) que en verdad fomenta lo
humano y cristiano en la base del propósito del progreso con equidad y del
concepto Patria-Pueblo.
Oremos
para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y
fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana
doctrina cristiana.
Oremos
por los gobernantes para que mediante toda iniciativa, obra y legislación de
avanzada, el país recupere todo lo bueno que supera
religiones, partidos y mucho.
Oremos por todos para hacer y consagrar patria.
Reitero que porque Dios emplea los medios
que Él desea para responder, obrar y edificar, cada alma que opta por hacer y
sembrar el bien, es instrumento de Dios y canal de bendición. Somos llamados a
sembrar y hacer el bien en sana libertad en el Señor. Somos llamados a separar
al grano de la paja y doblar las rodillas solo ante el Altísimo y NO ante
hombres. Sea la vida una causa de amor. Dios ilumine a todos.
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“El que siente la
grandeza de Dios en el universo siente también en su propio espíritu la
necesidad de vivir los breves años de la vida en una forma que sea digna del
amor de Dios. Para vivir en forma digna de la grandeza infinita de Dios hay que
llevar generosidad en el espíritu, justicia en el propósito, cariño a los demás
seres humanos en el corazón.” –Luis Muñoz Marín
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“Maestro, ¿cuál
es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y
grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. --Mateo
22:36-40
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