sábado, 23 de noviembre de 2013

NO es tiempo de humillarnos, sino de agradecer sabiamente, levantarnos con valor y perseverar con amor.

El país se va salvando día a día desde la decisión de cada alma de aportar a la paz y la armonía. Quien se sienta movido a “humillarse” que lo haga libremente y por las razones correctas. La Biblia exhorta a orar por las autoridades y recordemos que la Equidad es buena y agrada a Dios.

Así, veo más propio un evento de “Día de Agradecimiento y Reconciliación Nacional” en tiempos en que aún ante serios retos, el país va creciendo en su capacidad de creatividad y perseverancia, y en correctas iniciativas en pro del progreso con Equidad.

¿Humillación y sumisión?; al empleo de esas palabras para manipular, la respuesta debe ser NO, NO y NO.

Porque Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar, cada alma que opta por hacer y sembrar el bien, es instrumento de Dios y canal de bendición. Somos llamados a sembrar y hacer el bien en sana libertad en el Señor. Somos llamados a separar al grano de la paja y doblar las rodillas solo ante el Altísimo y NO ante hombres. Sea la vida una causa de amor. Dios ilumine a todos.




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