El
que mujeres de 40 años en adelante capten miradas, admiración y elogios,
confirma que el Creador tiene algo grande con las personas maduras, adultas y
mayores.
Es
triste que todavía haya quienes ven desde los 40 años en adelante, ya la
persona es “vieja” y debe encaminarse al retiro. Es lamentable cuando incluso
en ámbitos religiosos, el desmedido enfoque en los jóvenes tiende más a dañar
mediante la prolongación de una tabla invertida de valores, a excluir y a
abonar al discrimen por edad, que a edificar generaciones con amor, sabiduría,
sensibilidad y empatía.
La
realidad es que aunque el discrimen por edad ocurre en diferentes lugares del
mundo, en la extensión territorial de Puerto Rico es mucho más notable e
hiriente. Hay que retomar las grandes enseñanzas de las civilizaciones y
culturas más prósperas que respetan, honran y valoran a las personas maduras, adultas y
mayores.
Los
años van acentuando la verdadera y natural belleza que nace en el alma.
No es
imposible el justo y salomónico balance: unir y armonizar generaciones (que no
se menosprecie al joven incipiente ni al mayor que tanto sabe y puede). Se
necesita una nueva generación de personas totalmente consagradas de diferentes
edades y en diversos roles (pastores, evangelistas, motivadores, maestros,
trabajadores, artistas, consejeros, líderes, gobernantes y administradores,
etc.), que humilde, solidaria y constructivamente superen estilos de contienda,
del libreto memorizado como vía fácil que evade responsabilidades y no honra al
Espíritu ni atiende bien a las personas, y de todo lo que ha generado hondas
decepciones y alejado a tantos de congregarse.
Esa nueva
generación de personas totalmente consagradas,
sin discrimen por edad y formación, será grande al confirmar que Dios
emplea los medios que El desea para responder y edificar. Cada alma que decide obrar y sembrar bien, pasa a ser
instrumento de Él y canal de bendición.
Todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde
la conciencia de que TODOS somos hijos de Dios, por lo que esa nueva generación
palpita en la decisión de AHORA de cada alma que opta por lo correcto que da y
fomenta paz, por la perseverancia con visión trascendente, por la equidad que
es buena y agrada a Dios.
--Gerardo L. Berríos Martínez
·
Señora, no le
quite años a su vida,
póngale
vida a los años que es mejor.
Señora,
no le quite años a su vida,
póngale
vida a los años que es mejor.
Porque
nótelo usted, al hacer el amor,
siente
las mismas cosquillas que sintió hace mucho más de veinte.
Nótelo
así de repente, es usted amalgama perfecta
entre
experiencia y juventud
--Ricardo
Arjona
·
“Tenemos en
nuestra mano el tesoro inmenso de una semilla. Según la sembremos y la
amparemos será la cosecha que ahora y en el futuro recojan las gentes que
habitan y que entonces habiten esta tierra de Puerto Rico...
Un
antiguo refrán dice: ‘¡Si la juventud supiera! ¡Si la vejez pudiera!’ Si la
juventud supiera, ¡qué mucho podría hacer su vigor juvenil con el saber maduro!
Si la vejez pudiera, ¡qué mucho podría hacer su experiencia con su poder! Este
refrán encarna uno de los anhelos trágicos de la vida humana. Es una de esas
tragedias que la humanidad acepta en el misterio de su existencia con suave y
honda resignación: La juventud nunca sabe bastante; la vejez nunca puede
bastante. Sin embargo, en este momento de Puerto Rico se está dando la
maravilla en su personalidad de pueblo de que el sabio refrán resulta falso. Al
asumir nuevo poder después de 450 años, el pueblo se siente viejo y sabio por
esa abundancia de años, y se siente joven y fuerte por el nuevo poder que
asume”.
--Luis
Muñoz Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario