En
tiempos en que tanto se necesita armonía y progreso con equidad, niños le
dieron cátedra a todo el país. Dice un reportaje:
·
“El niño Christopher Rivera demostró hoy
que más allá de tener voz, se necesita carisma, humildad, personalidad y fe en
Dios para lograr su sueño de convertirse en el segundo Idol Kids de Puerto
Rico”.
Christopher se ganó el corazón de la creciente audiencia. Bendigo a todos
los niños que participaron y sus familias. La forma en que Christopher y su padre
dieron gracias y consagraron de rodillas, supera palabras y fue un momento
luminoso en tiempos en que se necesita volver a creer y superar el cainismo, el
bullying, los odios y la violencia y tantos otros males. Hay que regresar al
principio de que todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la
conciencia de que todos somos hijos de Dios.
Ahora más que nunca oremos por Christopher y su familia, por todos los
niños que participaron y sus familias, para que no se dañen, crezcan ante cada
prueba en un mundo imperfecto, y surjan los testimonios que den luz. Dios
ilumine a todos.
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