Los milagros
en la ciencia glorifican al Creador (la fe y la ciencia no son incompatibles;
se armonizan, complementan y fortalecen). Gracias a Dios por los adelantos de
la ciencia y la tecnología y por los profesionales de la salud, que aportan a
prolongar la vida; maximizar la existencia es cuestión de conciencia. Porque la
equidad es buena y agrada a Dios, hay que crecer en
el principio de que todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la
conciencia de que todos somos hijos de Dios.
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“He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los
curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad”. --Jeremías 33:6
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