viernes, 18 de octubre de 2013

¡Con la frente en alto en defensa de Melina León!

La trayectoria de Melina León es más que brillante y admirable. No hay derecho a atacarla. No se le puede atribuir motivación política porque ella es respetada por personas de todos los partidos. La expresión de “Tremendo ser humano” que comenta una foto de ella junto al Gobernador, da cátedra en términos de fomentar lo salomónico en tiempos en que se necesita mucha paz para coexistir y hacer patria (es Puerto Rico el hogar en que todos estamos).

Con altura, Melina escribió:
·         “Wao, me he quedado en shock. Jamás pensé que el hecho de poner una foto y comentar que Alejandro es un gran ser humano haya sido de tanta controversia. Yo nunca hablo de política y nunca me he identificado con ningún partido. Solo les pido que no peleen entre sí y mucho menos se ofendan.
Respeto el sentir de cada uno de ustedes y quisiera que respeten también mi sentir. Ayer fue una noche muy especial porque fuimos parte de una actividad única. Belleza que rehabilita donde las confinadas desfilaban vestidos de diseñadores del patio. Todo esto como parte de la rehabilitación de ellas. Tengan excelente tarde. Los quiero mucho”.

Escribo estas líneas, no para prolongar una controversia sin razón que se esfuma con facilidad, sino para afirmar mi admiración hacia ella y que con todo mi sentido de fe y perseverancia, la apoyo; que esa fe sea escudo, y esa perseverancia sea fortaleza. El “poder” político es efímero y los funcionarios se ven en muchas ocasiones como “aves de paso”. Por todo lo que es infinitamente más que la política y lo efímero, por todo lo que es unificador y edificante, escribir inspirado en Melina tiene trascendencia. Sea este tema que me permite reiterarme con la frente en alto y el alma en pro de ella, gran oportunidad para crecer como individuos y como sociedad.

Hay mucho más que una foto que nos recuerda que la Biblia exhorta a respetar y orar por las autoridades (con cainismo no se progresa): La gran alma con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León, dijo presente en “Belleza Que Rehabilita”; un Fashion Show en donde mujeres convictas modelaron diseños de diferentes diseñadores puertorriqueños. ¡Enhorabuena! Dios bendice el renacer…

Es importante el enfoque de rehabilitación. Está en la Constitución de la Isla y brilla desde lo humano, bíblico y cristiano. En parte me recuerda cómo Lila Mayoral apoyaba esos enfoques desde que visitaba la cárcel de mujeres como esposa del secretario de Justicia Hernández Colón, y luego como esposa del gobernador Hernández. Hay causas y obras que vivifican la fe y confirman que siguen obrando milagros, testimonios y almas ungidas.  Cada alma que hace la diferencia en su rol y llamado, transmite algo del amor perfecto del Creador, y Melina enaltece eso y al Corazón de Mujer.
                               
Melina León es Gran Embajadora de Encanto, Voz Luminosa y Buena Voluntad.
Es Grande porque nos recuerda que “cristianismo” es sentido de vida en la realidad humana; una naturaleza revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y hacer.
Es Grande porque nos recuerda que el Creador habla en las formas que mejor propician jamaquear mentes y corazones en pos de que seamos mejores seres humanos. Por eso, Melina es solidaria con las causas justas. Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar; Melina León es uno de esos selectos medios que emplea el Altísimo.
                            
Confirma Melina que se descubre el mayor tesoro con la visión de que en verdad Dios se creció al crear a la mujer. Hay grandeza en cada mujer que redefine y perfecciona el concepto “belleza”. En todo tiempo, recordemos que el Señor quiere que seamos sabia y fructíferamente bendecidos y prosperados, con la trascendencia de que la real bendición suma PAZ.

Sigamos bendiciendo y apoyando en todo lo posible las iniciativas que hacen y consagran patria. Sigamos bendiciendo a Melina León que es Gran Embajadora; Gran Luz desde Puerto Rico al mundo porque su creciente hermosura confirma que puede haber belleza externa desde la mayor belleza interna.

Se crece en el caminar, se ve mejor desde el orar y se vive mejor desde el amar. Hacer el bien con sabiduría nos define mejor. Somos llamados a la consagración que es fe en acción. En la vida como causa de amor, que lo vivido sea prólogo a lo mejor a consagrar y testimoniar.

--Gerardo L. Berríos Martínez



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