domingo, 13 de octubre de 2013

En las congregaciones y en todo escenario: No es cuestión de Cantidad de Tiempo, sino de consideración a todos, total consagración y Calidad de Tiempo con Amor.


El que un servicio dominical se extienda muchas horas no significa que haya más unción y Presencia, y el que un servicio dominical termine en o antes de la hora de almuerzo no significa que haya menos unción y Presencia.


Como analogía, hubo un tiempo en que se asociaba la productividad con prolongar reuniones hasta altas horas de la noche. Se ha comprobado que eso no es así, que prolongar demasiado irrita, fomenta falta de consideración, errores y desbalance. Podemos coincidir en que la idea es salir motivados y no drenados.

                  

Si vemos la Biblia, los mensajes de Jesús comenzaban con la atención y consideración  a las realidades y necesidades de los demás. Jesús se fundamentó en el amor que se vive.  Por tanto, lo más que se necesita es el amor que ilumina y establece bases de vida para comenzar a vivir el gran mensaje al partir del templo. El deseo, propósito y decisión de dar todo lo mejor al Señor, confirma que todo lo mejor armoniza con el desarrollo integral y la capacidad de promover el justo balance que fructifica bien.  


Objetivamente, el tiempo es breve, por lo que se necesita mucho educar sobre aprovecharlo y maximizarlo, desde el ejemplo dominical que logra combinar congregación y rutas de sano compartir. Somos humanos y a cualquiera le ocurre el pasarse de tiempo al dar un mensaje; siempre recuerdo la vez que me ocurrió y cómo apliqué lo de resumir mejor, ver más el reloj y sobre todo, colocarme en el lugar de las otras personas. No es fácil establecer la medida de un mensaje cuando el Espíritu Santo deposita Mucho en el corazón, el alma y la conciencia; pero en la medida que el amor impera, se puede lograr lo salomónico, unificador y potenciador.


Oremos por todos los que estén ante las congregaciones para que sean bien empleados por el Señor y así, ser canales de sabiduría y bendición. En las congregaciones y en todo escenario: No es cuestión de Cantidad de Tiempo, sino de consideración a todos, total consagración y Calidad  de Tiempo con Amor.



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