El que un
servicio dominical se extienda muchas horas no significa que haya más unción y
Presencia, y el que un servicio dominical termine en o antes de la hora de
almuerzo no significa que haya menos unción y Presencia.
Como
analogía, hubo un tiempo en que se asociaba la productividad con prolongar
reuniones hasta altas horas de la noche. Se ha comprobado que eso no es así,
que prolongar demasiado irrita, fomenta falta de consideración, errores y
desbalance. Podemos coincidir en que la idea es salir motivados y no drenados.
Si vemos
la Biblia, los mensajes de Jesús comenzaban con la atención y
consideración a las realidades y
necesidades de los demás. Jesús se fundamentó en el amor que se vive. Por tanto, lo más que se necesita es el amor
que ilumina y establece bases de vida para comenzar a vivir el gran mensaje al
partir del templo. El deseo, propósito y decisión de dar todo lo mejor al
Señor, confirma que todo lo mejor armoniza con el desarrollo integral y la
capacidad de promover el justo balance que fructifica bien.
Objetivamente,
el tiempo es breve, por lo que se necesita mucho educar sobre aprovecharlo y
maximizarlo, desde el ejemplo dominical que logra combinar congregación y rutas
de sano compartir. Somos humanos y a cualquiera le ocurre el pasarse de tiempo
al dar un mensaje; siempre recuerdo la vez que me ocurrió y cómo apliqué lo de
resumir mejor, ver más el reloj y sobre todo, colocarme en el lugar de las otras
personas. No es fácil establecer la medida de un mensaje cuando el Espíritu Santo
deposita Mucho en el corazón, el alma y la conciencia; pero en la medida que el
amor impera, se puede lograr lo salomónico, unificador y potenciador.
Oremos
por todos los que estén ante las congregaciones para que sean bien empleados
por el Señor y así, ser canales de sabiduría y bendición. En las congregaciones
y en todo escenario: No es cuestión de Cantidad de Tiempo, sino de
consideración a todos, total consagración y Calidad de Tiempo con Amor.
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