miércoles, 18 de septiembre de 2013

“The Fugitive” siempre nos recuerda que lo positivamente heroico no siempre se reconoce como tal, y hay que perseverar más.


La película “The Fugitive” de 1993, protagonizada por Harrison Ford, fue un gran éxito en la medida que fue fiel a la serie del mismo nombre de los años ’60, protagonizada por David Janssen. En el concepto creado para la osa serie por Roy Huggings, el doctor Richard Kimble es arrestado equivocadamente por el asesinato de su esposa que no cometió, y escapa para encontrar al verdadero asesino y demostrar su inocencia, lo que logra.

 

El concepto siempre tiene gran vigencia porque confirma que no todo es lo que aparenta ser, que hay fallas en y desigualdades en el sistema, y que cuando al buscar justicia parece que la jornada es interminable y sin buen destino, puede haber espacio dar mejor sentido a la carrera y batalla casi sin fin.

 

Es cierto que justicia tardía no es justicia y que hay quienes luchan toda una vida y terminan su jornada en este mundo sin recibir el justo alivio, la realización de un sueño o el milagro vivificador. Sin embargo, vale la pena seguir adelante por lo que genera el más puro compromiso y amor, alienta la fe que supera manipulaciones y libretos tradicionales, y busca consagrar victorias que sean testimonios de luz.

 

Lamentablemente lo mejor es en muchos casos lo más incomprendido, o se busca no comprender por el impacto de la verdad. “The Fugitive” siempre nos recuerda que lo positivamente heroico no siempre se reconoce como tal, y hay que perseverar más. Si la ruta por hacer lo correcto se parece a la de un fugitivo perseguido por tal decisión, recordemos que lo más sencillo y aplaudido será seguir en más de lo mismo; lo más complejo y atacado será seguir la ruta innovadora porque rompe moldes.

  

Hay momentos decisivos en que el horizonte y el porvenir parecen desaparecer en la distancia y hay que optar por seguir en los mismos estilos y actitudes, o por buscar hacer todo nuevo y mejor. Jesús anticipó injusticias y ataques en contra de los justos, ya que Él mismo fue perseguido como prófugo y criminal por los religiosos, pero alentó a confiar y seguir, en un mundo imperfecto, porque Él ha vencido. Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar. Que la decisión de cada alma de aporte a ser instrumento del Creador y canal de bendición.

 


 

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