Felicito al senador Ramón Luis Nieves por ser solidario
con la búsqueda de más justos, sabios y efectivos enfoques ante el tema de la
adicción a drogas. Ciertamente se trata de una enfermedad y son diversas las
adicciones que hay que superar en el país.
Ante la postura de apertura del Gobierno Federal sobre
los estados en los que se legalizó el uso de la marihuana, los uso médicos para
la marihuana como los casos para aliviar los dolores de quimioterapia, los costosísimos
fracasos de estrategias tradicionales y las abismales desigualdades socio-económicas,
se hace necesario explorar nuevas y mejores formas de ver y hacer las cosas.
Todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde
la conciencia de que TODOS somos hijos de Dios; la debida atención al enfermo y
a quien desea rehabilitarse es una gran manifestación de eso.
Ante ese tema, procede recordar palabras pronunciadas por
Rafael “Churumba” Cordero Santiago, en su toma de posesión como Alcalde de
Ponce de 1997:
·
“Cuando Puerto Rico
comenzó su vertiginoso desarrollo económico dejó a la vera del camino las
enseñanzas básicas que la familia solía darle al niño desde su nacimiento; que
usted tiene que cumplir primero con sus deberes para entonces reclamar derechos
y que las escuelas no pueden sustituir al hogar. La familia tiene que, a esa
pequeña criatura acabada de nacer, darle buenos ejemplos y, entonces la escuela
darle el pan de la enseñanza. De esta forma, la escuela se convierte en la
prolongación del hogar. Pero, nosotros no podemos pretender que la escuela
ofrezca el amor, el respeto y las buenas costumbres, principios valorativos que
son obligación del padre y la madre. Por eso me irrita oír: ‘la juventud está
perdida’. Es que nos olvidamos de que la juventud es el reflejo de la sociedad
en que vivimos. En el 1967, Puerto Rico tenía 1,500 usuarios de drogas, y
alrededor de 3,000 efectivos integraban la Policía de Puerto Rico. Hoy, hay
sobre 300,000 usuarios de drogas y cerca de 20,000 personas en la fuerza
policiaca. Se han establecido radares, aerostatos, se gastan miles de millones
de dólares en tratar de que la droga no entre al territorio norteamericano y a
Puerto rico, y, ¿qué hemos logrado? Han aumentado los usuarios de drogas, la
familia está desintegrada, la educación, tanto pública como privada, deja mucho
que desear. Vivimos en una histeria colectiva, el SIDA arropa a nuestra
sociedad. Por lo tanto, podemos concluir que el camino que hemos recorrido
hasta hoy no ha dado resultados. Es hora de enfrentar esta realidad y todos
aquellos que tenemos responsabilidad pública, junto a los padres, sentarnos a
reformular una Nueva Sociedad”.
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