Al
llegar mayo de 1985, en Ponce High nuestros pensamientos se enfocaban en la
graduación. En agosto de ese año (que fue Año Internacional de la Juventud),
comenzábamos nuevos rumbos. Hoy, a 29 años de distancia de esos intensos días,
mi recuerdo se remonta al primer día de clase en Ponce High, en agosto de 1982.
Recuerdo
que era un día soleado. El patio y las estructuras lucían ante mí mucho más
grandes de lo que podían dictas las medidas exactas. En un momento dado, había
tantos estudiantes en el pasillo que la directora emblemática, Miss De Armas,
llegó a establecer orden. Con quien primero hablé sin saber quién era, fue
George Miguel, quien llegaría a estar en mi grupo hasta ese momento de la
graduación.
Muchos
días siguieron a ese inicio; unos días soleados y otros días nublados, como parte
de las realidades y contrastes de la existencia. Los que llegamos sin
conocernos a esa magna escuela, nos fuimos conociendo, comprendiendo y
apoyando. Con mucho orgullo usaba los colores del uniforme, con el León de
Ponce.
Habrá
escuelas y colegios en que los estudiantes sientan que el uniforme es una
obligación, pero en Ponce High es diferente. Se trata de rutas generacionales
en un gran cauce de amor, perseverancia e historia. Son recuerdos que generan
añoranzas y al mismo tiempo, permiten valorar el presente y alentar al
porvenir.
Me
gustaba cuando me acompañaba mi padre en parte del trayecto hacia la Ponce
High. Me llena en el presente cuando mi madre me da la bendición. Somos siempre
jóvenes al seguir rutas forjadoras.
La
maqueta de la Ponce Hgih que se exhibe en el Museo de la Historia de Ponce, nos
confirma que somos parte de una historia con raíces y creciente. Esté presente
en las oraciones, tantos motivos y recuerdos; tanto por quienes siguen ahí,
como por quienes han partido hacia la eternidad.
El
poder vivir la etapa rumbo al 30 Aniversario de una Clase (que será en el 2015),
no es casualidad, sino parte de inenarrables perspectivas y propósitos
trascendentes. De hecho, el proceso de la celebración ya comenzó y las
reuniones y comunicaciones que se están llevando a cabo, son en sí oasis de
confraternización y se renueva el mejor sentido de familia que aún si surge un
desacuerdo sobre cómo hacer una buena idea, logra encontrar el cauce salomónico
y sobresale la alegría de vivir.
Exhorto a
TODOS los que comenzaron estudios en 1982 en Ponce High (aunque no hayan podido
graduarse en el legendario plantel escolar); y TODOS los graduados en 1985 en
Ponce High, a que se unan a las reuniones, actividades y todo detalle. ¡Somos
llamados a dar vida a la vida! ¡Saludos a la Clase 1985 de Ponce High! ¡Saludos
a los hijos de la Clase 1985 de Ponce High que prolongan y maximizan sueños y
legados!
Lo
vivido es prólogo. Dios ilumine a todos.
·
“Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación
que anhela una vida plena de belleza y libertad?” --Albert Einstein
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