domingo, 17 de agosto de 2014

Iglesia es capacitar para el amor con la conciencia de que la equidad es buena y agrada a Dios.

Viendo al concepto “Iglesia” en la medida que une a todo creyente (católicos, evangélicos, protestantes, personas que no se congregan, en fin, todos), confirma que hay un llamado de amor y de hacer el bien. Así, es más que acertado recordar que en el 2013, se aclaró que el padre Carlos Pérez no habla por la Iglesia al hacerse eco de mensajes obsesivos, fundamentalistas, cainistas y excluyentes.

En el 2013, comenzaron en la Isla notables avances en equidad y derechos humanos. Por ejemplo, el Proyecto del Senado 238 que se convirtió en Ley, estableció que no se puede discriminar en el empleo. El que esa Ley excluyera a las iglesias, confirma que no hay en la Isla una persecución en contra de la familia, lo tradicional y religioso, pero ciertamente no es cristiano justificar negar el empleo y la vida en paz.
                    
Siento empatía hacia quienes en diferentes lugares de congregación, se han visto obligados a no congregarse por tener ideas a favor de la equidad.

Con toda sinceridad, veo que vivimos tiempos atípicos, en que hay ciertos líderes religiosos que para unas cosas invocan extremo puritanismo y para casos de corrupción que involucra dinero son indiferentes; optan por el cainismo y el egoísmo, juzgar, excluir y demonizar. Siento empatía con los que han sido maltratados y veo lo esperanzador en cada alma que busca su real vivencia y crecimiento espiritual.

Se ha convocado a protestas en contra de avances salomónicos (con la idea fascista de que las mayorías se imponen) y en lo más reciente, se ha tergiversado y adulterado lo de “decretos de ayuno de 40 días”, para fomentar inseguridad y humillación por la idea incorrecta de que se le ha dado la espalda a Dios al promover armonía y justicia; en vez de reconocer que no es tiempo de humillarnos en actos que tienden a los fariseísmos (aún habiendo quien asiste con fe, buen corazón y el deseo de de ser fiel a quien pastorea), sino de levantarnos sana, sabia y constructivamente.

Cuando surge el estilo más agresivo, maltratante y discordante desde ciertos religiosos y más expresiones cristianas y humanitarias desde lo que no es extremo religioso, se confirma que vivimos tiempos atípicos. Por eso he escrito que es importante la oración para que quienes estén ante las congregaciones, no se dañen, no dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana.

Que la firmeza en una Iglesia sea inherente a fomentar paz. Que la humildad de María y el valor de Jesús abran mentes y corazones. En mi caminar, he descubierto mucha fe en diversos lugares de congregación; que es más lo que une y que cuando quien está frente a la congregación pierde el norte, es mayor el deber de cada cual de no perder la correcta orientación de vida y el enfoque en el Señor. En lo cristiano: Iglesia no es etiquetas y supera fronteras religiosas. Iglesia es capacitar para el amor con la conciencia de que la equidad es buena y agrada a Dios. Dios bendiga a todos.

·         “Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17



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