Viendo al
concepto “Iglesia” en la medida que une a todo creyente (católicos,
evangélicos, protestantes, personas que no se congregan, en fin, todos),
confirma que hay un llamado de amor y de hacer el bien. Así, es más que
acertado recordar que en el 2013, se aclaró que el padre Carlos Pérez no habla
por la Iglesia al hacerse eco de mensajes obsesivos, fundamentalistas,
cainistas y excluyentes.
En el 2013,
comenzaron en la Isla notables avances en equidad y derechos humanos. Por
ejemplo, el Proyecto del Senado 238 que se convirtió en Ley, estableció que no
se puede discriminar en el empleo. El que esa Ley excluyera a las iglesias,
confirma que no hay en la Isla una persecución en contra de la familia, lo
tradicional y religioso, pero ciertamente no es cristiano justificar negar el
empleo y la vida en paz.
Siento empatía
hacia quienes en diferentes lugares de congregación, se han visto obligados a
no congregarse por tener ideas a favor de la equidad.
Con toda
sinceridad, veo que vivimos tiempos atípicos, en que hay ciertos líderes
religiosos que para unas cosas invocan extremo puritanismo y para casos de
corrupción que involucra dinero son indiferentes; optan por el cainismo y el
egoísmo, juzgar, excluir y demonizar. Siento empatía con los que han sido
maltratados y veo lo esperanzador en cada alma que busca su real vivencia y
crecimiento espiritual.
Se ha
convocado a protestas en contra de avances salomónicos (con la idea fascista de
que las mayorías se imponen) y en lo más reciente, se ha tergiversado y
adulterado lo de “decretos de ayuno de 40 días”, para fomentar inseguridad y humillación
por la idea incorrecta de que se le ha dado la espalda a Dios al promover
armonía y justicia; en vez de reconocer que no es tiempo de humillarnos en
actos que tienden a los fariseísmos (aún habiendo quien asiste con fe, buen
corazón y el deseo de de ser fiel a quien pastorea), sino de levantarnos sana,
sabia y constructivamente.
Cuando
surge el estilo más agresivo, maltratante y discordante desde ciertos
religiosos y más expresiones cristianas y humanitarias desde lo que no es
extremo religioso, se confirma que vivimos tiempos atípicos. Por eso he escrito que es importante la oración para que
quienes estén ante las congregaciones, no se dañen, no dañen y fomenten la
plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana.
Que la firmeza en una Iglesia sea
inherente a fomentar paz. Que la humildad de María y el valor de Jesús abran
mentes y corazones. En mi caminar, he descubierto mucha fe en diversos lugares
de congregación; que es más lo que une y que cuando quien está frente a la
congregación pierde el norte, es mayor el deber de cada cual de no perder la
correcta orientación de vida y el enfoque en el Señor. En lo cristiano: Iglesia
no es etiquetas y supera fronteras religiosas. Iglesia es capacitar para el
amor con la conciencia de que la equidad es buena y agrada a Dios. Dios bendiga
a todos.
·
“Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará
en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad,
una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17
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