Revisando
ediciones del periódico “El Mundo” de diciembre de 1974, encontré que Mattel se
destacaba mucho con sus líneas de juguetes, Panasonic se destacaba con la
electrónica y Kodak brindaba productos para inmortalizar imágenes. En esos
tiempos que no había internet, los diversos comercios se promocionaban
creativamente.
El
trabajo de imprenta requería mucho arte y destrezas manuales y de diseño.
Favorezco los adelantos de las comunicaciones y la tecnología y al mismo
tiempo, veo bien que se fomente no depender tanto de las herramientas, sino del
intelecto y de la capacidad para encontrar y desarrollar soluciones.
Que los
recuerdos históricos aporten a agradecer el trabajo forjador que ha hecho posible
los progresos del presente; y fomentar los nuevos progresos que superen errores
y afirmen los propósitos de buena calidad de vida. Dios ilumine a todos.
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“La historia es
un incesante volver a empezar”. --Tucídides
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