Existe
la estrategia de mercadeo tradicional de fabricar testimonios o buscar lejanos
lugares como “evidencia” para vender productos e ideas.
No
es de sorprender que ciertos líderes religiosos, tomen el ejemplo del Municipio de Guatemala llamado Almolonga, para
proyectarlo como testimonio de crecimiento y progreso cuando “más del 90% de la
población entregaron su vida al Señor”.
La
idea es abonar a la teoría de que Puerto Rico “le da la espalda al Señor” al
fomentar equidad en la base de que todos somos hijos de Dios. Quienes buscan
eso tan ilógico, invocan extremo puritanismo para unos temas, pero ignoran otros
pecados, como la corrupción que involucra dinero. Son los que fomentan ciega humillación y
estilos de cainismo, maltrato, grito impositivo y exclusión.
Afortunadamente
gracias a la nueva tecnología, lo que antes era lejano, ahora se puede verificar
con facilidad. Aunque se hable de mejoras económicas en Almolonga y hay
estudios que establecen que “la calidad de vida de los habitantes de Almolonga
se clasifica como muy alta” esos mismos estudios indican que “contrasta con el
nivel de pobreza que aún subsiste, la falta de oportunidades educativas, el crecimiento
urbano desordenado, desigualdades entre hombres y mujeres y condiciones
insalubres del municipio”. Un informe de Naciones Unidas confirma que siguen
serios problemas de pobreza y desigualdad (“tanto en relación con los ingresos
de que disponen los hogares, como en las condiciones de vida”), y de violencia
a nivel de país.
No
es de sorprender que ese cierto liderato religioso que se opone a la equidad en
Puerto Rico, enaltezca un testimonio que fomenta la falta de equidad entre
hombres y mujeres. Ciertamente la entrega al Señor es algo personal y sublime,
NO es someterse a alguien. Lo más recomendable es aprender de los mejores
tiempos de Puerto Rico.
Los
tiempos de mayor progreso y justicia social en la Isla, se destacaron por el
fomento de la educación y la capacidad de superar el fanatismo político y el fanatismo
religioso para coincidir por el bien del país (el mejor ejemplo está en cómo
Luis Muñoz Marín y Luis A. Ferré lograron ponerse de acuerdo para hacer realidad
nuestra Constitución).
Eran
tiempos en que se fomentaba el orgullo puertorriqueño en el ELA. El presidente Dwight Eisenhower expresó en Puerto Rico:
·
“Puerto Rico es verdaderamente único. Nos sentimos felices de que Puerto Rico sea
un Estado Libre Asociado autónomo, orgulloso, unido a los Estados Unidos por
propia decisión.
Esta Isla en
las aguas del Caribe, entre dos grandes macizos continentales, ha sido
fecundada por dos poderosas corrientes de la historia, enriquecidas por dos
grandes tesoros de la cultura.
Con ellas
Puerto Rico ha dado forma a su propia manera de vida mezclando lo mejor de lo
viejo y de lo nuevo.
Su programa de
desarrollo, cuyas raíces son la confianza propia, la ayuda propia, el propio
logro, han causado tremendo interés en cada área del mundo libre. Y para otros
pueblos que ahora luchan por realizar sus aspiraciones y ambiciones, el Estado
Libre Asociado de Puerto Rico ha demostrado que el valor, la persistencia, la
fe en los hombres y en el destino que Dios le ha dado, pueden abrir caminos a
través de barreras y obstáculos que pudieran parecer insuperables.
Ustedes han
hecho para el Estado Libre Asociado un record de logros en que muchos otros
pueblos alrededor del mundo han encontrado experiencias e
inspiración”.
En
el periódico “El Mundo” del 28 septiembre 1966, se dice: "El congresista
republicano Frank T. Bow, expresó que no cree que el progreso logrado por el
Estado Libre Asociado pueda ser igualado en parte alguna del mundo". Para
ese tiempo, el crecimiento económico de la Isla era de alrededor de un 10%
anual. La entrega a Dios en ese tiempo, era real y humilde, y no sujeta a los
estilos equivocados.
Lo
que dio al traste con eso, fue el cainismo y el fanatismo. Fue precisamente
tergiversar lo de “humillación”, invocar extremo puritanismo para
unos temas e ignorar otros pecados como la corrupción que involucra dinero, y
menosprecio de lo patrio, lo que desvió al país del buen camino e insiste en
ese rumbo.
El
país NO le ha dado la espalda a Dios. Quienes le han dado la espalda a Dios son
quienes se desvían de honrar la vocación de mayor consagración por otras
agendas. Ante los problemas del país, se necesitan soluciones salomónicas que
infundan paz integral. ¿Humillación y sumisión?; al
empleo de esas palabras para manipular, la respuesta debe ser NO, NO y NO.
Porque Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar,
cada persona que opta por hacer y sembrar el bien, es instrumento de Dios y
canal de bendición.
Afortunadamente
no todo el liderato religioso falla en esa forma y por eso es importante orar para que quienes estén ante las congregaciones, NO se
dañen, NO dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra
y la sana doctrina cristiana. No es tiempo de humillarse, sino de levantarse,
reverdecer y restaurar; es en esa ruta que se encuentra Puerto Rico.
El país
se va salvando día a día desde la decisión de cada alma de aportar a la paz y
la armonía. En vez de ayunos y eventos manipulados, se necesita fomentar la oración
y el ayuno con sabia conciencia; el sentido cristiano que es acción social,
perdón y concordia, apoyo a los esfuerzos humanos y salomónicos
(en lo gubernamental, el sector privado, lo comunitario y todo foro), búsqueda de tolerancia ante la diversidad y genuinas
expectativas de bienestar. Se confirma que se necesita introspección y real
humildad en la vida como causa de amor. Dios
ilumine a todos.
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