El 7 de diciembre de
2014, se cumplieron 73 años del infame ataque a Pearl Harbor, en que la maldad,
en vez de derrotar, tuvo el efecto de despertar al gigante ante la Segunda
Guerra Mundial. La victoria que se alcanzó tras las grandes batallas, sigue
resonando e inspirando y educando a generaciones.
Se
confirma que la historia no terminó con Pearl Harbor. El 8 de diciembre de 1941
el Congreso de los Estados Unidos aprobó una declaración de guerra contra
Japón, que colocó oficialmente a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
Alemania declaró a su vez la guerra a los Estados Unidos.
Se
llegó a pensar que sería imposible derrotara las fuerzas y recursos militares
alemanes y japoneses. Sin embargo, dos grandes batallas ejemplifican que lo
heroico con las mejores motivaciones puede más que toda adversidad:
·
La batalla de Midway se libró entre los
días 4 y 7 de junio de 1942. Las fuerzas norteamericanas detuvieron los
intentos expansionistas de los japoneses y se inmortalizó el nombre del navío
que llegó a inspirar hasta la más legendaria nave en la frontera final
espacial: Enterprise.
·
La batalla de los aliados librada en
Normandía entre los días 6 de junio y el 21 de agosto de 1944, con el nombre clave
de Operación Overlord, fue un esfuerzo conjunto que comenzó lo que llegó hasta el corazón del
Tercer Reich. Su inicio originó el término de “Día D”.
Cuando más problemas hay, más se
busca de heroísmo y ejemplos edificantes. El heroísmo real se atreva a perseverar,
triunfar y fructificar con el más abarcador amor.
Seamos
batallantes con fe, visión y corazón. Seamos batallantes en el mejor sentido
del término. Seamos batallantes haciendo de la vida una heroica causa de amor.
Seamos batallantes que consagren las victorias que logran lo aparentemente
imposible. Así, recordemos con aprecio, honor, orgullo y
agradecimiento a los héroes de verdad en todo frente. Sea el Señor en lo que
vivamos. Dios ilumine a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario