El jueves 20 de
diciembre de 2012 comenzó con un pronóstico de cielo despejado para el sur de
Puerto Rico. A partir del mediodía, hubo Gran Luz Navideña desde el sur.
Porque en la vida no
hay casualidades, sino causalidades, un clima perfecto fue regalo divino a la
visita en la Ciudad Señorial de la mujer que es al mismo tiempo Diva y Musa,
y que es más que Diva y Musa; la gran alma con dones, belleza
inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre
artístico de Melina León.
Ese día, estuvo Melina desde el mediodía en
Kmart y Walmart de Ponce Town Center, en Baramaya, en la parranda de la Lotería
Electrónica.
Fue propio y justo
agradecer a los funcionarios de la Lotería Electrónica, por la iniciativa de
brindar tan especial detalle contando con la más brillante estrella del
firmamento. Sigo dando Gracias a Melina por la visita, y Gracias a los músicos
que brindaron muy buen ritmo a tono con la época más significativa del año. Es
la más significativa por combinar festividad y los mayores sentimientos
(alegrías, reflexiones, nostalgias, propósitos, enfoque en el cumpleaños del
Redentor, desvíos, incluso depresiones, en fin, ejercicios únicos de
inventario).
Navidad es tiempo de gratos recuerdos, y de forjar buenos recuerdos; es
tiempo también de desarrollar comprensión, empatía y apoyo hacia los que sufren
y lloran.
Navidad es tiempo para reafirmar la fe y el ser mejores seres humanos con
creatividad de niños, y para transmitir sabiduría, paz y alegría de verdad, para dar vida a la vida.
Navidad es el cumpleaños del Maestro, Sanador y Príncipe de Paz.
Doy gracias al Creador por la Gran Luz Navideña que sigue potenciando desde el sur.
Melina logró con su consagrado don, que cada alma que visitó los mencionados
centros comerciales, tuviera un verdadero oasis para redescubrir -en tiempos
complejos en que hay motivos de esperanza y motivos de inquietud- el verdadero
sentido navideño que es vivificador. Esa razón
de gratitud y ese mensaje tienen vigencia; siguen hablando y concienciando.
Es cierto que en la Isla del Cordero
hay serios problemas y desafíos, pero es cierto también que no faltan
alentadores testimonios de visión, consagrada realización, respeto y valor. El país se va salvando día a día desde la decisión de cada
alma de aportar a la paz y la armonía; en tiempos
en que aún ante serios retos, el país va creciendo en su capacidad de
creatividad y perseverancia.
La
Biblia establece en diversos pasajes, el orar con amor y en forma correcta. Si hay
un mundo nuevo que edificar, ¡qué mejor que el Corazón de Mujer para inspirarlo
y forjarlo! Grande es hoy la tarea para restaurar. Vivimos
tiempos retadores y el país nos necesita a todos. Porque la Equidad es buena y agrada a Dios, que se logre
fomentar desde cada tema, la real obra de crecimiento integral y lo salomónico.
Que las diversas corrientes coincidan en un cauce mayor y vivificador. Dios ilumine a todos.
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