La Asamblea General de las Naciones
Unidas designó el 10 de diciembre de cada año como el Día de los Derechos
Humanos. Ese día, en 1948, fue firmada la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
En el 2014 adquiere gran vigencia en
tiempos en que el mundo redescubre el pensamiento de Nelson Mandela ante el
primer aniversario del fallecimiento del destacado líder (dado el 5 de
diciembre de 2013).
Cuentan
las crónicas de nuestros abuelos y mayores, que aún ante la escasez, se
procuraba que no faltase el trago del café para el visitante porque la sana,
valiente y sana conciencia de nuestros jíbaros decía: “Todos somos hijos de
Dios”.
Con
la visión de que “Todos somos hijos de Dios”, había la capacidad de perdonar y
convivir, de maximizar el amor y encontrar lo que hermana, de compartir y ser
solidarios. Es la visión que mejor vivifica el cristianismo.
En
contraste, cuando se busca fomentar contiendas con teorizar que no todos somos
hijos de Dios, se tiende más a lo negativo que a lo positivo, ya que los
estilos de falta de humildad y de exclusión no vivifican el cristianismo.
Si
se quiere hacer un mejor Puerto Rico, es necesario volver a lo que mejor
forjaba y fomentaba la igualdad entre los seres humanos que habitamos en la
Isla, que es el mejor entendimiento de que “Todos somos hijos de Dios”. Eso es
Equidad.
El amor ve que todos
somos hijos de Dios y desde esa perspectiva, se persevera mejor y se agrada al
Creador mediante la inclusión, el buen trato y la ruta unificadora y
constructiva de la paz, la restauración y la verdad en el buen camino.
El odio ve que no
todos somos hijos de Dios y desde esa perspectiva, se justifica la exclusión,
el maltrato, y la ruta equivocada de la pequeña agenda, el violentar derechos,
la manipulación, la intolerancia y la tergiversación que no agrada al Creador.
TODO lo mejor del ser
humano nace y se manifiesta desde la conciencia de que todos somos hijos de
Dios.
Porque Dios emplea los medios que Él desea
para responder y obrar, cada alma que opta por hacer y sembrar el bien, es
instrumento de Dios y canal de bendición. Somos llamados a sembrar y hacer el bien.
Somos llamados a crecer y fructificar en la Equidad que es buena y agrada a
Dios. Sea la vida una causa heroica y victoriosa de amor.
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Documental Mandela:
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