miércoles, 10 de julio de 2013

Es tiempo de crecer ante las emergencias.


 

1)    ¿Es propio llegar a sentir malestar porque un fenómeno atmosférico no cause estragos en Puerto Rico (isla en zona susceptible a fuertes tempestades, una frágil infraestructura, serios problemas y abismales brechas socioeconómicas)?

2)    ¿Es propio dar gracias a Dios cuando un fenómeno atmosférico no afecta a Puerto Rico severamente y ser indiferentes si afecta a otros países?

3)    ¿Es propio clamar que “Dios nos ha protegido” cuando un fenómeno atmosférico no toca a Puerto Rico, e inventar juegos de palabras y manipular el concepto de “propósito de Dios” o recurrir a hacer sentir culpable, cuando sí nos toca?

4)    ¿Es propio buscar explotar el sensacionalismo en situaciones de emergencia en vez de fomentar las debidas acciones preventivas o de manejo de situaciones (ante fenómenos cambiantes y recordando que las lluvias causan los mayores daños y que lo ocurrido en Mameyes confirma que no es propio menospreciar lo que no es huracán)?

5)    ¿Es propio atacar toda decisión gubernamental, o desarrollar operativos publicitarios oficiales; desarrollar acciones que no abonen a lo realmente maduro y sensato?

                                      

Ante esas preguntas y otras, es mejor ser humildes que jugar con la suerte. Es mejor buscar y desarrollar las nuevas oportunidades de edificación que dar gusto a la guerra sin sentido e interminable. Hay que superar el palo si boga y palo si no boga.

 

Lo importante es no pecar de ingenuos, tener siempre capacidad de discernimiento para separar al grano de la paja, y buscar superar las imágenes y las pequeñas consideraciones. Que el cuento del lobo fomente la prudencia, y que la enseñanza bíblica de que un hogar dividido no puede sostenerse y progresare, fomente una nueva unidad para perfeccionara la infraestructura y fomentar más equidad, justa distribución de la riqueza e integral adelanto socioeconómico. Ante lluvias, ninguna precaución está de más y pasada la tempestad, que no falte la correcta introspección.

 

Que la acción de gracias sea de verdad, que haya solidaridad con los países vecinos y que todo nuevo amanecer, sea nueva oportunidad para crecer como seres humanos y como país. Apoyo en principio los pasos dados por la administración García Padilla y que sigan optimizando con sabia receptividad a toda crítica constructiva.

 

Oremos para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana. Oremos por los gobernantes para que aprendiendo y creciendo en la forma de enfrentar casos de emergencia (en un mundo en que por el cambio climático, cada fenómeno será más impactante, por lo que se necesita mejor planificación y desarrollo como proyecto de todos los pueblos), el país recupere todo lo bueno que supera religiones, partidos y mucho. Oremos por todos para hacer y consagrar patria.

 

--Gerardo L. Berríos Martínez

 


 

 

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