En el mensaje oficial del 4 de julio de 2013, fue
sabio, acertado y sobre todo humanitario, que el honorable gobernador Alejandro
García Padilla, abogara por la libertad del preso Oscar López. La liberación de
Oscar López será liberación de almas.
Se trata de la liberación de almas en el contexto que
trasciende lo político e ideológico, en un país que necesita profundizar en la
equidad y el respeto. Con cainismo y sin sensibilidad no se progresa; se
necesita ver más allá de uno mismo y construir.
Se trata de la liberación que ilumina conciencias al
superar la contradicción de hablar sobre teorías de igualdad y hasta expresar
solidaridad y admiración hacia Nelson Mandela, mientras se justifica la
extremadamente larga encarcelación de Oscar López.
Se trata de la liberación de almas en una tierra con
el nombre de “Isla del Cordero” (en el sentido cristiano que se supone se
fundamente en Equidad, amor, discernimiento y empatía) que aún con un legítimo
sistema democrático-constitucional, debe crecer en la diversidad y no caer en
penalizar o condenar por el mero hecho de
pensar diferente.
En esa línea, es triste y decepcionante que se manipule y tergiverse el
término de “mayoría”, ya que Jesús promueve que no se abuse y se dé la mano salomónica,
NO promueve caer en los mismos estilos de lo que más se critica y de los
perseguidores y victimarios. NO olviden que perseguidores religiosos con el
mensaje de ser “mayoría”, liberaron a Barrabás y asesinaron a Jesús. ¿Sirve
bien caer en repetir eso?
No está bien polarizar, y no fomenta una
buena civilización la desigualdad y la flagelación a la disidencia. El concepto
de que impere “lo que piense la mayoría”, NO es un absoluto o una licencia para
aplastar a quien piense diferente. Jesús dijo que lo que se le hace al prójimo
a Él se le hace; y la democracia no tiene su grandeza en la
fuerza de unas mayorías, sino en la justicia y buen trato a las minorías. Lo sabio, correcto y sobre todo cristiano, es dar humildad a
la mayoría y buen trato a la minoría; ya que está la Ley de Siembra y Cosecha y
la vida es como una rueda (quien hoy está arriba, mañana puede estar abajo, y
viceversa).
Así, se trata de la liberación que sabe diferenciar
entre delitos y actos que en el contexto mayor buscan lo mejor para la patria.
Es haciendo el bien que se educa y forja mejor y por eso, la liberación de
Oscar López hará a cada alma en la Isla, más libre en su capacidad de
trascender y hacer real el mensaje del Príncipe de Paz y Justicia.
--Gerardo
L. Berríos Martínez
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