En el mes del natalicio de Luis Muñoz Rivera y de la
celebración de la Constitución del ELA, recordemos que la postura histórica en
pro del desarrollo del ELA, ha sido el de su máximo desarrollo autonómico
compatible con la unión permanente con los Estados Unidos. Es un nivel de
soberanía que hace patria.
Ese proceso defendido por Luis Muñoz Marín, tiene gran
vigencia en el siglo 21 y al buscar que el pacto llamado ELA adquiera niveles de
autoridad mayores a los actuales, da origen al término de Nuevo Pacto, en que
lo soberanista armoniza con la soberanía del pueblo ya reconocida en la Constitución
del ELA, y tal crecimiento no menoscaba la unión, sino que la fortalece en la
base de que un Puerto Rico sólido y próspero es el mejor aliado de los Estados Unidos
y un baluarte de progreso en la región Caribeña.
Aunque el ELA no es colonia y es una alternativa válida y
aceptable, los niveles de insatisfacción en el país y serios problemas
socioeconómicos, confirman que se necesita un proceso de diálogo y mecanismos
como una Constituyente para poder llegar a un punto en que se respete la
voluntad democrática en el debido proceso. Voy más allá: NO hay que temer o
sentir aversión hacia las palabras “soberanía” o “soberanista” en el mejor
sentido, que no es pequeño o engañoso, sino grande en la búsqueda de maximizar
todo lo positivo y constructivo. Ese concepto ya está en el ELA y hasta
estadistas han hablado en pro de un “Estado Soberano”. Que no haya espacio para
campañas de miedo o manipulaciones extremistas, sino para decisiones sabias.
Una fórmula de status NO es un fin en sí, un ideal
sagrado o una varita mágica. Una fórmula de status ES un instrumento para
servir al pueblo y es necesario coincidir en causas que superen diferencias y
fronteras partidistas, como la equidad y proyectos de democratización,
municipalización y potenciación. Así, podemos coincidir en el nivel de
soberanía que supera teorías y agendas personales, en una causa común de amor, edificación y consagración por
Puerto Rico.
En la Constitución se reconoce la soberanía así: “Se
constituye el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Su poder político emana del
pueblo y se ejercerá con arreglo a su voluntad, dentro de los términos del
convenio acordado entre el pueblo de Puerto Rico y los Estados Unidos de
América. El gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico
tendrá forma republicana y sus Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, según
se establecen por esta Constitución, estarán igualmente subordinados a la SOBERANIA
del pueblo de Puerto Rico”. Podemos coincidir en el nivel de soberanía que supera
teorías y agendas personales, por Puerto Rico. Dios ilumine a todos.
--Gerardo L. Berríos Martínez
·
“Nosotros, el
pueblo de Puerto Rico, a fin de organizarnos políticamente sobre una base
plenamente democrática, promover el bienestar general y asegurar para nosotros
y nuestra posteridad el goce cabal de los derechos humanos, puesta nuestra
confianza en Dios Todopoderoso, ordenamos y establecemos esta Constitución para
el Estado Libre Asociado que en el ejercicio de nuestro derecho natural ahora
creamos dentro de nuestra unión con los Estados Unidos de América”. –Preámbulo,
Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico
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