Del
24 al 27 de abril de 2014, se lleva a cabo en el Centro de Bellas Artes de Guaynabo,
la Convención del Concilio de Iglesias Nuevo Testamento, con el lema de “Conexiones
Divinas”. ¡Enhorabuena!
El
viernes 25 de abril, gracias a la magia de internet, pude ver escenas de tan
importante evento. Bendigo a todos los participantes y a quienes a través de la
red, pudimos ver talentos, grandes expresiones y sobre todo, la fe que alienta
las mayores potencialidades y capacidades forjadoras.
Captó
mi atención, cómo el pastor Bolívar Santos destacó la Palabra de Lucas 3:22:
·
“y el Espíritu Santo
descendió sobre El en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del
cielo, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido”.
Fue
en verdad edificante y revolucionario, el exhortar a los presentes a hacer
propia esa Palabra, para verse uno mismo como hijo amado de Dios. Es muy bueno.
Se
enfocó el pastor Santos en el amor de Dios. A eso añado que la conciencia de
ser hijo de Dios, plantea serias consideraciones de conciencia para honrar esa
realidad con amor, visión trascendente y cada detalle de la vida entera.
Es la
conciencia sobre el amor de Dios, lo que fomenta el hacer de la vida una causa
de amor. Es el amor bien fundado lo que genera paz verdadera, oraciones
sinceras, ejemplo inspirador y aleccionador, comprensión, acción de gracias, tolerancia,
respeto, perdón, consejo justo, criterio equitativo, madurez constructiva,
serenidad ante las pruebas, la búsqueda de soluciones salomónicas, encontrar un
nuevo sentido optimista al consagrar todo, en fin, redefine y perfecciona
perspectivas, realidades y victorias.
Dios emplea los medios que Él desea para responder y obrar, y toda
persona que opta por hacer y sembrar el bien es instrumento de Dios y canal de
bendición. Así, la reflexión sobre Lucas
3:22 para aplicarla a la vida y existencia, acentúa que
todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la conciencia que todos
somos hijos de Dios. Reitero la bendición a todos los que participan en la
Convención, para que sea onda expansiva de sabiduría, fe en acción y amor. Dios
ilumine a todos.
·
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas”.
--Mateo 22:36-40
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