domingo, 13 de abril de 2014

Que no sea una Semana Santa más…


·         “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. –San Juan 10:10

Hoy domingo 13 de abril de 2014, comienza la llamada “Semana Santa” o “Semana Mayor”. Lo grande es que en la medida que se busca una real vivencia cristiana, la medida de lo genuino de ese deseo hace de cada día de vida, un día santo.

Es un día 13 y es propio recordar que los chinos vean al número 13 como “afortunado”. Eso motiva a ver que no es imposible redefinir y perfeccionar. En la última cena, el número 13 lo representa Jesús: Maestro, Revolucionario, Resucitado, Redentor.

No está de más buscar unos niveles de profundidad en la “Semana Santa” que no se limiten a una fecha, sino que sean punto de partida. Puede haber gran espacio para la obra del Espíritu Santo, tanto en la congregación como en el paseo familiar, tanto en el compartir como en el espacio de introspección en soledad.

De cada alma dependerá si “Semana Santa” será una mera apariencia para seguir en lo mismo, o será un real encuentro que transforma y potencia; si será para transmitir espiritualidad, o para transmitir falsedad; si será para crecer en lo que produce real renacer y restauración, o será para diluirse en lo ritual.

Por ejemplo, participar en retiros y/o eventos especiales y de oración, es algo de lo que NO se debe hablar, pregonar y llevar al nivel de un paseo más. Se supone que se guarde el silencio mayor para que hable el cambio que se viva como fruto de la luz del Espíritu. Cuando se lleva al nivel de falsedad y ruido sin contenido, y se habla mucho y demasiado, se desvirtúa e impide la obra del Espíritu. Jesús es claro en la Palabra:
·         “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. –Mateo 6:5-6
·         “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. –Mateo 6:16-18

En cada alma hay la capacidad para ser genuino y para buscar superar heridas y marcas, tal como luego de la Resurrección las marcas de la flagelación no son más que lo glorioso. Si se acepta que uno solo tiene control de los actos de uno mismo, optemos por los pasos y ajustes presididos por el Señor.

Ante eso, grande es el rol de quienes están ante las congregaciones. Cuando surge el estilo más agresivo desde ciertos religiosos en vez de desde lo político, y más expresiones cristianas y humanitarias desde lo que no es religioso, se confirma que vivimos tiempos atípicos. Cuando al día de hoy se da exclusión, duda y suspicacia hacia quien se expresa a favor de la equidad y de que todos somos hijos de Dios, se confirma que hay mucho que educar y revelar. Se confirma que Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar.
                                                       
Eso de vivir tiempos atípicos, se puede tomar en lo positivo para buscar mejores formas de ver y hacer las cosas. Se confirma que se ha fallado cuando no se ha dicho la verdad a las congregaciones y al país. Siento empatía hacia los maltratados por no decir “Amén” a ciertos estilos y mensajes; hacia quienes no han tenido otra opción que dejar roles ministeriales, o incluso no congregarse o asistir solo el domingo.

Afortunadamente no todo el liderato religioso falla. Es importante la oración para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana. Es importante la oración para que todo el que mire hacia lo alto en estos días, reciba su toque especial y trascendente porque amar es ver lo que se puede ser más que lo que se es o se aparenta ser. ¡Demos en la medida que deseamos recibir, haciendo todo día santo ante el Señor que no está muerto, está Vivo y con Poder!

En tiempos retadores y atípicos, que no sea una Semana Santa más. Que en esos días se superen los libretos y los clichés. Que pasados esos días, nuevas formas de ver, pensar y obrar hablen de cómo permitir y propiciar la acción divina en todo el ser.

Se habla de reflexión y conversión, pero en realidad eso es un proceso constante y no de solo un momento dado. Se habla de retiros y actividades, pero si se opta por las demasiadas palabras o el factor elitista en vez del silencio para que el testimonio de cambio hable, se daña, se pierde la obra en el interior y se desperdicia el tiempo.


Bendigo a quienes se congregan para que transmitan vivencia cristiana con amor y poder constructivo. Bendigo a quienes no se congregan para que en donde estén tengan su encuentro divino y logren la vivencia cristiana con amor y poder constructivo. Dios ilumine a todos.




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