En Sábado Santo, se
reflexiona tradicionalmente sobre la espera de la
Resurrección. En la vigilia se incluir en la Palabra, el contenido de Isaías
54:5-14.
En
ese tiempo de espera, ¿cuántos habrán buscado provocar, burlarse y debilitar
con palabras en la línea de que todo se había perdido y lo más anhelado jamás
llegaría? Lo mismo ocurre a quienes perseveramos en pos de un gran y consagrado
sueño. Jesús confirma que hay esperanza y suprema obra del Señor en los
silencios…
Cuando
decepciona el estilo de mercadeo de la fe que busca establecer que Dios solo
puede edificar mediante tal o cual película, o tal o cual canción, sea firma la
realidad de que Dios emplea los medios que Él desea para responder y obrar, y
toda persona que opta por hacer y sembrar el bien, es instrumento de Dios y
canal de bendición.
Así,
la producción "The Pursuit of Happyness" (En busca de la felicidad)
tiene real inspiración divina y transmite gran fe en acción y con poder. La
excelente película es dirigida por Gabriele Muccino y protagonizada por Will
Smith y su hijo Jaden. Fue estrenada en 2006 y se basa en la historia real de
Chris Gardner.
Aún
perdiendo todo, Chris Gardner es el hombre que no renuncia a la responsabilidad
de criar a su hijo y de seguir adelante. Opta por preparase para ser corredor de
bolsa. Junto a su hijo desarrolla una ruta intensa por sobrevivir. Con amor no
se rinde y la forma en que alcanza la meta inicial, hace brotar lágrimas al ver
tal escena.
No se
trata de un libreto fabricado para forzar mensajes. Se trata de una historia
basada en la vida real; que habla a la perfección sobre el poder de la fe y la
Presencia. Es de Dios lo que confirma que se puede.
Rumbo
a la meta, tuvo Gardner la espera en que todo parecía perdido, pero en esos
momentos se esmeró más. Chris creó su propia empresa multimillonaria de corredores
de bolsa, es ungido conferenciante que inspira y alienta a muchos, y lo más
importante: se consagró como buen padre y digno ser humano.
Considero
que merecen reconocimiento especial quienes le vieron potencial y le dieron la
oportunidad, y los cristianos que supieron darle la mano amiga y albergue en el
peor momento, sin tener ideal alguna del futuro que habría, ya que Jesús enseñó
que la fe se vivifica con buenas obras de conciencia y corazón, y de alcance
social.
Se
confirma que la Equidad es buena y agrada a Dios, y que solidaria y
armoniosamente se puede más y mejor, ya que todo lo mejor del ser humano nace y
se manifiesta desde la conciencia que todos somos hijos de Dios.
En cada alma hay la capacidad para
ser genuino y para buscar superar heridas y marcas, tal como luego de la
Resurrección las marcas de la flagelación no son más que lo glorioso. Si se
acepta que uno solo tiene control de los actos de uno mismo, optemos por los
pasos y ajustes presididos por el Señor. Dios ilumine a todos en la sabia y
sana búsqueda de la felicidad.
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