Mucho se ha citado e interpretado el pasaje bíblico en que Jesús expulsa a
los mercaderes del templo. Sin embargo, hay un significativo detalle que pasa
desapercibido: Jesús es el único que emplea látigo.
En términos de estrategia, Jesús pudo haber dejado que los discípulos
portaran látigos. Sin embargo, solo Él aplica tal nivel disciplinario. Jesús
afirmó el exigirle mayores cumplimientos a quienes se supone den el ejemplo de
mayor consagración. No hubo en Él espacio para exhibir extremo puritanismo en
ciertos temas e ignorar temas como la corrupción. No es de sorprender que Jesús
fuera perseguido por religiosos y nos exhorta a seguir adelante porque Él ha
vencido, y con Él vencemos.
La suprema lección es la confirmación de que el rol de juicio solo le toca
al Señor. Al pueblo se le exhorta a no seguir falsos profetas y perseverar en
el buen camino en todos los aspectos de la vida; lo que afirma el principio de
separar al grano de la paja. Fallan los líderes religiosos que se adjudican la
autoridad para juzgar, maltratar y limitar el potenciar de los seres humanos.
Aciertan los líderes religiosos y de todo ámbito, que enaltecen la humildad, la
comprensión y la fe en acción constructiva.
En la medida que Jesús establece claramente el orden, los niveles de
autoridad y enseña sobre el amor que se vivifica con respeto y obra de alcance
social, afirma el mensaje de Equidad en la base racional, salomónica y humana.
Así, abogar por el amor, el respeto, la empatía, la solidaridad y el
progreso con equidad, es todo un acto revolucionario (a la altura de Jesús, que
fue constructivamente revolucionario). Es cuestión de forjar un nuevo y mejor
Nosotros.
Sigan dándose los Damasco a quienes necesitan redescubrir el buen camino.
Sigan siendo más que bendecidos quienes sabia y heroicamente fomentan paz
integral y armonía con el entendimiento de que todo lo mejor del ser humano
nace y se manifiesta desde la conciencia que todos somos hijos de Dios.
Adelante…
·
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros
con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos
los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen
árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el
buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que
no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Así que, por
sus frutos los conoceréis.” --San Mateo 7:15-20
·
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la
ley y los profetas”.
--Mateo 22:36-40
·
"Reposará en la estepa la Equidad, y la justicia
morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la
Equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17
·
“Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera:
allí será el lloro y el crujir de dientes. Y cuando el Hijo del hombre venga en
su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el
trono de su gloria. Y serán reunidas delante de él todas las gentes: y los
apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los
cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi
Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
huésped, y me recogisteis; Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis;
estuve en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán,
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y
te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te
cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos á ti? Y
respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a
uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también
a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y para sus ángeles: Porque tuve hambre, y no me
disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; Fui huésped, y no me
recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me
visitasteis. Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel,
y no te servimos? Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en
cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, ni a mí lo hicisteis”. --San
Mateo 25:30-45
No hay comentarios:
Publicar un comentario