Sigue el debate sobre la autenticidad del manto de Turín.
Sin embargo, ese manto como documento histórico, ha dado mucha luz sobre cómo
pudo ser crucificado Jesús (en detalles como los clavos en la muñeca en vez de
en la palma de la mano).
En la controversia sobre si tal reliquia fue o no el
manto que cubrió a Jesús, hoy veo que hay una pregunta que domina: ¿Quiere
Jesucristo que el ser humano dé reverencia a una reliquia que representa suma
santidad, o quiere algo más?
Se puede armonizar el respeto a lo que se le adjudica
esencia e inspiración divina, con lo que el Señor establece para el sentido de
vida. Dice Santiago
2:26: “Porque como el cuerpo sin espíritu está
muerto, así también la fe sin obras está muerta”.
Comparto cinco citas de Jesús que pueden ayudar a
desarrollar una respuesta:
·
“El ladrón no viene sino para hurtar y
matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”.
–Juan
10:10
·
“¿No crees que yo soy en el Padre, y el
Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el
Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De
cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis
al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.
--Juan 14:10-14
·
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas”.
--Mateo 22:36-40
·
“Y
Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en
la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
--Mateo 28:16-20
·
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me
disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me
cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces
los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y
te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que
en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo
hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve
hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui
forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y
en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo,
enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De
cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños,
tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la
vida eterna”.
--Mateo 25:34-46
·
"Reposará en la estepa la Equidad, y la justicia
morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la
Equidad, una seguridad perpetua”.
--Isaías
32:16-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario