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“Sembrar un árbol es un acto de amor a la tierra
puertorriqueña que siempre será puertorriqueña” –Doña Inés María Mendoza de
Muñoz Marín
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“Que cada vida sirva mejor a la nobleza del
espíritu que la anima, cada mano mejor a la tierra que cultiva, a la
herramienta que usa, y así a su justicia y a la libertad de todos.” --Luis Muñoz
Marín
El 10 de septiembre de 2014, fue muy
buena a nivel mundial, la información de que sigue adelante la restauración de
la capa de ozono. La creación y la naturaleza confirman el mensaje divino de
que es realizable la restauración.
El 24 de septiembre de 2014, desde
Puerto Rico a la humanidad entera, fue muy buena la información sobre la
promoción en conjunto de los grandes recursos naturales que
son el Parque Doña Inés y el Parque Luis Muñoz Marín.
Al estar ambos
patrimonios en el municipio de San Juan, se destaca la participación de la
administración municipal dirigida por la alcaldesa Carmen Yulín. Se armonizan
las actividades y el desarrollo con el amor y protección de la naturaleza.
Las obras de
renovación y construcción en el Parque Luis Muñoz Marín y el apoyo de personal
especializado del Parque Doña Inés, dan esencias de eternidad a lo mucho que
forjaron en la patria don Luis y doña Inés. El amor es la gran luz creadora.
Se trata de
conceptos y mensajes con poder y vigencia.
Se está logrando restaurar la capa
de ozono; y se están adelantando alianzas patrióticas y de ecoturismo en la
Isla del Cordero. Felicito a todos los que son parte del proceso y, con el
debido respeto y en particular, destaco a la gran líder Carmen Yulín y cómo su
testimonio es trascendente.
Al no encontrar
palabras para destacarla y reconocerla en toda la magnitud que merece, basta
con reiterar que, porque Dios emplea los medios que Él desea para responder y
obrar, ella es uno de esos medios ungidos y selectos. La naturaleza y los
grandes corazones confirman que mucho se puede reparar en fe, autoestima,
sanidad interior, relaciones humanas, escenarios cotidianos, vocaciones y roles
y mucho más.
En la jornada, nos dice el frágil
planeta que es nuestro hogar a proteger, que no es imposible la restauración.
El llamado es: ¡Ama de verdad! ¡Restaura! ¡Crece! ¡Reverdece! ¡Agrada al Señor
para tener paz! ¡Adelante en el buen camino!
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“De todos nosotros depende que esta tierra amada nunca se
agote, que jamás se convierta en un desolado desierto donde solo veamos soledad
y tristeza y pétreas edificaciones y frías y abandonadas urbanizaciones como
ocurrió en antiguas civilizaciones” –Doña Inés María Mendoza de Muñoz Marín
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“Tenemos en nuestra mano el tesoro inmenso de una
semilla. Según la sembremos y la amparemos será la cosecha que ahora y en el
futuro recojan las gentes que habitan y que entonces habiten esta tierra de
Puerto Rico...
Un antiguo refrán dice: ‘¡Si la juventud supiera! ¡Si la
vejez pudiera!’ Si la juventud supiera, ¡qué mucho podría hacer su vigor
juvenil con el saber maduro! Si la vejez pudiera, ¡qué mucho podría hacer su
experiencia con su poder! Este refrán encarna uno de los anhelos trágicos de la
vida humana. Es una de esas tragedias que la humanidad acepta en el misterio de
su existencia con suave y honda resignación: La juventud nunca sabe bastante;
la vejez nunca puede bastante. Sin embargo, en este momento de Puerto Rico se
está dando la maravilla en su personalidad de pueblo de que el sabio refrán
resulta falso. Al asumir nuevo poder después de 450 años, el pueblo se siente
viejo y sabio por esa abundancia de años, y se siente joven y fuerte por el
nuevo poder que asume”. --Luis Muñoz Marín
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