Hoy 3 de septiembre de 2015, es propio recapitular:
Recuerdo que el 24 de agosto de 2001, la gran alma con dones, belleza inenarrable, energía,
llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León, promocionaba el disco “Corazón
de Mujer” en Plaza Las Américas, y el 25 de agosto lo promocionó en Centro del
Sur en Ponce. El haber podido ir a esos eventos fue para mí una
inerrable bendición; fue tan grande que afirmó nuevos pasos de fe.
Cuando las páginas de la revista dominicana
“UNO” del 2001 se engalanaron con la presencia de Melina, en parte de la
entrevista, sobre los temas musicales, dice:
·
“Cuando yo escojo
los temas, lo hago pensando en esa persona que los va a escuchar, especialmente
la mujer, tomando en cuenta que se sienta identificada con ellos. Siempre
escojo temas pensando en que nosotras, las mujeres, tengamos una actitud
positiva, que nos animemos a recuperarnos frente a cualquier circunstancia y a
tomar fuerzas para seguir adelante. No me gustan los temas que cantan a una
mujer sufrida y maltratada, sino a una que se valore y piense: ‘yo también
puedo y voy a salir adelante’.”
Son
palabras que inspiran, edifican y trascienden. Son palabras luminosas para
mujeres y hombres, para todos. Porque el Señor emplea los medios que Él desea
para responder y potenciar, ella es uno der esos medios selectos.
Hoy 3 de septiembre de
2015, se cumplen 15 años de cuando en el 2000, el papa Juan
Pablo II beatificó a Juan XXIII. Juan XXIII promovió el carácter ecuménico, que
es promoción de la unidad de los cristianos y el diálogo salomónico con los no
cristianos. Además, recordemos que Juan Pablo II fue reconocido como Peregrino
de la Paz y uno de sus pensamientos dice:
·
"El
hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser
incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si
no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no
participa de él vivamente. El amor se siente, no se ve; el amor silencioso es
el más fuerte de todos".
En tiempos en que más se necesita redescubrir el poder
del amor y profundizar en lo que da mejor sentido a la perseverancia y las
jornadas, procede afirmar los buenos pasos con nueva conciencia. Se pueden
armonizar la música, el arte, la belleza,
la humildad, las hazañas de fe que ve y valora el Creador, y más…
Por todo lo anterior, “Corazón de
Mujer” tiene para mí todo lo especial y trascendente que supera palabras. Pero
porque Melina es Mujer de Dios, cada una de sus canciones es única. Como
muestra, la canción “Un hombre de verdad” es de Dios, porque les permite a las
mujeres respetar y valorar al buen hombre que honra a Dios, y educar a las
presentes y las nuevas generaciones para eso. Igualmente, la canción “Corazón
de Mujer” es de Dios porque permite concienciar a la mujer sobre lo mucho que
significan, y los hombres deben aprender de eso para valorar y atesorar al
corazón de mujer.
Ciertamente Melina León confirma –con creciente e integral luz y hermosura;
en la dotada hermosura que se acentúa y supera palabras con el paso del
tiempo-- lo grande y perfecto que hace el Señor; y que Dios se creció al crear
a la mujer. En verdad se confirma que las grandes y más ungidas almas tienen en
común que fomentan amor, paz, justicia y la capacidad de salir adelante con fe, intelecto y corazón en acción.
Adelante
en la vida como sabia, heroica y victoriosa causa de amor.
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