“Si se acepta que Jesucristo fue
y es revolucionario, entonces ser cristiano es ser revolucionario por los
alcances trascendentes de la fe con sabiduría y la perseverancia con visión;
sembrando y fructificando en la base de que lo que mejor defina a uno sea lo
que se vive con amor, valor y honor”. –Gerardo L. Berríos Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario