domingo, 6 de julio de 2014

La obra en la cruz tuvo un propósito de redención a toda la humanidad.


·         “La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo”.--Juan 16:21-22
                    
·         “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. --Juan 16:33

En el periódico “El Mundo” del 23 de marzo de 1986 se publicó un excelente análisis desde el punto de vista médico sobre la crucifixión de Jesús. Me había graduado de Ponce High en 1985 y estaba comenzando los estudios universitarios.

Para ese tiempo, se veía que el debate sobre la autenticidad el manto de Turín había revelado mucho sobre cómo en realidad pudo ser el proceso de la flagelación y crucifixión más allá de las imágenes tradicionales.

Años más tarde, la película “The Passion of the Christ” del 2004 dirigida por Mel Gibson, permitió tener una idea un poco más cercana del dolor que experimentó Jesús. La crudeza que genera en algunos el no desear ver la película y preferir las imágenes que tienden a trivializar y fomentar niveles de ritualismo, nos recuerda a quienes no quisieron ver la escena original en que Jesús hizo el sacrificio supremo.

Al reflexionar sobre tan sagrado tema, se pueden identificar unos principios:
·         Jesús fue el cordero sin mancha para un sacrificio una sola vez. Ningún ser humano es llamado a sacrificios, sino a perfeccionar los rumbos de vida.
·         La historia no terminó en la cruz, sino que comenzó en la Resurrección, por lo que no somos llamados a la depresión, sino a atesorara la vida como constante llamado y oportunidad a renacer, edificar y reverdecer.
·         La esencia del cristianismo no es la cruz, es el Resucitado que dice en San Juan 10:10: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. No se glorifica al señor justificando derrotas o idolatrando la escasez, sino dando testimonio del Señor en cada progreso de uno.
·         Dice Mateo 22:36-40: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. Eso confirman que quienes se identifican como “cristianos” y se dedican al cainismo y el fanatismo con egoísmo, a excluir, condenar, maltratar y demonizar, de haber estado en el juicio de Jesús, hubiesen gritado “Liberen a Barrabás”. La jornada de Jesús confirma el poder de la fe y el amor, y en su atención a cada almo se ratifica que la equidad es buena y agrada a Dios.
·         El análisis médico de lo inhumano que vivió Jesús, llama a la humildad y la empatía, para reconocer la brevedad del tiempo y que el supremo sentido del cristianismo es educar con el ejemplo y hacer de la vida una sabia y heroica causa de amor.

La obra en la cruz tuvo un propósito de redención a toda la humanidad, lo que confirma que todos somos hijos de Dios; más allá de creencias y decisiones individuales, y de formaciones culturales, es notable que en un mundo creado sin fronteras, se necesita profundizar en los factores unificadores y las soluciones salomónicas. El que Jesús exprese que cada cual tome su cruz no significa que cada cual sea crucificado, sino que cada cual asuma su responsabilidad. Brille en cada decisión y paso, la luz victoriosa que con el Señor es gozo y plenitud, faro y foco de lumbre.

Porque Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar, cada persona que opta por hacer y sembrar el bien, es instrumento de Dios y canal de bendición. El país se va salvando día a día desde la decisión de cada alma de aportar a la paz y la armonía. La Biblia exhorta a orar y más a las buenas obras como rumbo de vida. En la unidad y los grandes propósitos, la verdad fortalece. Dios ilumine a todos.

·         “Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros”. --Juan 14:11-17

·         "Reposará en la estepa la Equidad, y la justicia morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la Equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17





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