El “Día
Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” fue decretado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 54/134 del 17
de diciembre de 1999. Cada 25 de noviembre se observa tan significativo
propósito.
Lamentablemente
siguen inequidades, injusticias y violencia en contra de la mujer. En el
transcurso de la historia, ha habido encomiables esfuerzos en pro de validar
los derechos de la mujer. Por ejemplo, en el cuatrienio de 1973-76, para
fomentar la igualdad a la mujer, la administración de Rafael Hernández Colón
creó la Comisión para el Mejoramiento de los Derechos de la Mujer. La Comisión
produjo recomendaciones que se tradujeron en importantes enmiendas al Código
Civil.
En
el cuatrienio de 1985-88, la administración de Hernández Colón, hubo importantes
iniciativas en pro de la mujer, como la primera mujer Juez Asociada del
Tribunal Supremo, la primera mujer Secretaria de Estado y la primera mujer
Presidenta de la Junta de Planificación; en el cuatrienio de 1989-92, se aprobó
la Ley Núm. 54 de 15 de agosto de 1989 para la Prevención e Intervención con la
Violencia Doméstica en Puerto Rico. Diversas administraciones han obrado en pro
de la mujer. Eso debe seguir creciente porque la lucha en pro de la paz es la
lucha en pro de la equidad.
Cuando
se habla de “Violencia contra la Mujer”, se piensa en los casos de notable y
cruda agresión que deben terminar. Sin embargo, pienso que hay otras
manifestaciones más sutiles que también requieren atención. Por ejemplo:
·
Cuando camino y veo a damas que siguen ideologías en
que no se les permite maquillarse y arreglarse, es inevitable preguntarme cómo
serían sus trayectorias con más autoestima y recordar que en esos lugares, los
hombres sí se cuidan y visten bien. Eso lo veo como una manifestación de
violencia en contra de la mujer.
·
Cuando hay lugares de congregación en que hombres
desarrollan extremo autoritarismo al expresar “estos es así y punto”, buscando
silenciara todo el que piense diferente y llevando esos estilos maltratantes al
hogar (promotores de intolerancia), lo veo como una manifestación de violencia
en contra de la mujer.
·
Cuando en pleno siglo 21, todavía se debate sobre si una
mujer puede o no hablar ante congregaciones, o se les permite desarrollar roles
ministeriales subordinadas a quienes quieren dominar tergiversando lo bíblico
sobre el rol del hombre para justificar el mal, lo veo como una manifestación
de violencia en contra de la mujer.
·
Cuando se piensa que una mujer debe recibir y aceptar
expresiones hirientes, burlas y humillaciones con la idea de que así se prueba
“orden”, “lealtad” y “amor”, lo veo como una manifestación de violencia en
contra de la mujer.
·
Cuando se piensa que una mujer debe justificar los
vicios del compañero y/o esposo, lo veo como una manifestación de violencia en
contra de la mujer.
·
Cuando se estigmatiza a la joven embarazada, la
divorciada, y la que persevera en dramas fuera de lo tradicional, en vez de
darle comprensión salomónica y constructiva, lo veo como una manifestación de
violencia en contra de la mujer.
·
Cuando hay incomprensión y falta de apoyo a la madre
soltera y la que atiende enfermos, lo veo como una manifestación de violencia
en contra de la mujer.
·
Cuando hay discrimen por edad, y abandono a la mujer
en la edad dorada, lo veo como una manifestación de violencia en contra de la
mujer.
·
Cuando se pierde la capacidad de valorar y compensar
justamente a las mujeres que se multiplican en amor y entrega, en vez
de incentivar tales testimonios luminosos, lo veo como
una manifestación de violencia en contra de la mujer.
·
Cuando hay casos en que una mujer falla, ciertamente
debe asumir la responsabilidad de sus actos, pero en la medida que sea algo
desproporcionado, lo veo como una manifestación de violencia en contra de la
mujer.
Si
mala es la violencia en contra de la mujer que es notable, peor es la violencia
oculta que se justifica con machismo y hasta fanatismo religioso.
Sea
el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”,
excelente momento para recordar que Dios se creció al crear al crear a la mujer
para ser amadas, valoradas y respetadas, y para forjar junto a ellas, una mejor
realidad.
·
"Hay
una mujer al principio de todas las grandes cosas". --Alphonse de
Lamartine.
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