domingo, 30 de noviembre de 2014

La campaña “It’s time to put God back in the White House” y Puerto Rico.

Una mezcla de fanatismo religioso y fanatismo político ha estado desarrollando una campaña de “It’s time to put God back in the White House”. Nótese que se manipula el nombre de Dios para promover cainismo, egoísmo y agendas particulares. Tratan de establecer que si no se les complace, equivale a ir en contra de Dios.

Para esa mezcla que el jíbaro sabio y bueno, consagrado y digno de verdad, muy bien le llamaría “mogolla”, nada valen los esfuerzos de la administración Obama en temas como la creación de empleos, lo humano en la reforma migratoria y lo de avanzada en la justicia social mediante la reforma de salud. Para esa mogolla, lo importante es justificar racismo, maltrato, exclusión, privilegios, en fin, falta de equidad.

Para esa mogolla, la mezcla de ceguera espiritual y de consumirse en los peores instintos, no es posible ver lo humano y cristiano en la buena obra.

Lamentablemente en Puerto Rico, Isla del Cordero, también ha tomado forma una mogolla con esa misma forma esencial. La mogolla en Puerto Rico está cortada con la misma tijera que manipula lo sagrado con propósitos nada sagrados, y se manifiesta en contra de la equidad, la inclusión y el principio de que todos somos hijos de Dios.

Se trata de una mogolla que para unos temas invoca un extremo puritanismo para ciertos temas, pero se hacen de la vista larga para temas como la corrupción que involucra dinero. Los que en la Isla invocan que Dios está ausente del Gobierno, están en la misma línea de los que llevan la campaña de “It’s time to put God back in the White House”. Se trata de estilos extremistas que nada bueno aportan.

Para esa mogolla extremista, nada vale el orgullo patrio, se exhorta a la “humillación” para utilizar a los seres humanos, se predica al son de pretender imponer a la brava y se justifica el demonizar y buscar silenciar a todo el que piense diferente. Lo más que se necesita no es un hogar dividido, sino tender puentes de armonía y salomónicos.  
Que conste que no todo el liderato falla y que merecen apoyo quienes cumplen bien y dan cátedra de vocación, amor y humildad. Tampoco procede tomar a los que están en la mogolla para caer en la trampa de los estilos de odio, juicio y violencia.

Procede tener los ojos bien abiertos, orientar y educar, y no apoyar mogollas que nada tienen que ver con las alianzas constructivas. Que no haya espacio a que tomen el poder quienes le han dado la espalda a Dios y necesitan con urgencia su Damasco, buscan destruir avances en equidad y avalar penas desproporcionadas para unos y lucro desmedido para otros. Promover paz es promover progreso con equidad.

Se sabe que la administración García Padilla heredó un cuadro pavoroso. Se reconoce que la medicina amarga al estilo republicano y los despidos masivos no funcionaron. Se entiende que aunque se han ido generando empleos y no ha habido despidos masivos, son muchas las necesidades en el proceso de restauración. Se obra para restaurar y la presencia de Dios se manifiesta en quienes hacen y siembran el bien.

En la ruta, surgen válidas perspectivas y la mejor oportunidad y base de crecimiento pleno, está en discernir y comprender que la opción de las mogollas no es superior. Es encomiable la búsqueda de las mejores soluciones y todo lo mejor se logrará en la base de potenciar al ELA a la altura del amor enseñado por Jesús y de lo fundado por Luis Muñoz Marín. Dios ilumine a todos.
                                                                                                                          
·         “Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17
           
·         “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis.” --San Mateo 7:15-20
                                                                                                             
·         “El que siente la grandeza de Dios en el universo siente también en su propio espíritu la necesidad de vivir los breves años de la vida en una forma que sea digna del amor de Dios. Para vivir en forma digna de la grandeza infinita de Dios hay que llevar generosidad en el espíritu, justicia en el propósito, cariño a los demás seres humanos en el corazón.” –Luis Muñoz Marín

·         “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. --Mateo 22:36-40







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