El 31 de
octubre de 2014 fue noche de Halloween. Lo más curioso es que las más
tenebrosas historias no surgieron de las crónicas asociadas con Halloween, sino de mensajes extremistas en contra del Halloween.
En los
peores casos, se establecía que “los hijos de Dios no celebran Halloween”, con
la connotación negativa y manipuladora de condenar a todo el que de una u otra
forma auspicie el Halloween. Debo confesar que lo más oscuro no surgió de lo
asociado al Halloween, sino de ciertas predicaciones enfocadas en el cainismo y
el fanatismo.
Ante eso,
mi respuesta fue de pleno, salomónico y positivo apoyo al Halloween, ya que muy
bonitos recuerdos tengo de mi infancia. Por
eso escribí:
·
No repetiré la historia del origen de Halloween, ya
que la mayoría de los que se unen a celebraciones de Halloween no lo hacen
pensando en ese origen o para fomentar lo pagano. De hecho, el término “pagano”
se usa para identificar a idólatras, por lo que hay mucho más paganismo más
allá de Halloween.
Al participar, deben haber las
debidas precauciones; y al mismo tiempo, el respeto es fundamental: Conozco a
quienes celebran en Halloween sanamente y son creativos con disfraces que
destacan lo positivo, sin ánimo de rendir tributo a las tinieblas.
No dudo que hay gratas y
conmovedoras historias en nuestros mayores en esa línea. No dudo que muchos
niños que celebraron Halloween, hoy son buenos y productivos ciudadanos. De mi
niñez recuerdo cómo la celebración de Halloween propiciaba tiernas escenas de
intercambio de dulces y de dar dulces a los padres; es el nivel de amor que no
se logra con el extremismo que con estilos hostiles puede ser lo más grotesco. Se
puede rescatar lo que une en el bien. De los niños podemos aprender lo que debe
ser la fiesta de Halloween libre del origen oscuro y de los que tienen malas
intenciones.
Así, veo más salomónico aprovechar
la coyuntura de Halloween para fomentar temas heroicos en los disfraces,
iniciativas como los “talent show”, y dar el cierre de oro a la ruta de “trick
or treat” con la cena familiar o la fiesta que no altere la paz.
Durante
el día de Halloween, fue refrescante ver en Facebook fotos de niños disfrazados
a tono con lo que desean ser en el futuro, y gestos de amor de llevar alegría a
niños enfermos. ¿Quién en su sano juicio puede demonizar algo así?
En
la noche, al ir a La Guancha, descubrí que todo lo dicho ante congregaciones en
contra de Halloween y de La Guancha, resultó ser falso. Con gran optimismo, fue
motivo de llenura ver familias recorriendo cada detalle de La Guancha, y un
gran despliegue de creatividad. Aún en lo que se pueda ver como grotesco o de “mal
gusto”, hubo una forma de liberación mejor que la violencia, el odio, el maltrato y la oscuridad.
Porque
Dios emplea los medios que Él desea para responder y obrar, en la noche de Halloween desde La Guancha de Ponce, hubo luz…
En La
Guancha se honraron muy bien los grandes propósitos que dan vida a tan
importante atractivo turístico. El Complejo Recreativo y Cultural La Guancha
surgió para confraternización y disfrute de todos, de todas las edades y
formaciones.
Cuenta con
paseo tablado y la variedad de facilidades que propician tanto un buen día de playa,
como diversos eventos recreativos artísticos y culturales. Es el concepto integral
que da espacio para todos, que nos recuerda que todos somos hijos de Dios, y
que la equidad es buena y agrada a Dios.
Voy más
allá: en cada hogar, comunidad y lugar de Puerto Rico, Isla del Cordero, en que
hubo la celebración de Halloween en forma edificante, hubo luz…
Fue una
bendición inspiradora y aleccionadora llegar a La Guancha en Halloween; doy
gracias al Creador por mis amistades y por mi familia.
Al día
siguiente, fui a Plaza del Caribe en Ponce y encontré una avanzada decoración
navideña que aún sin estar terminada, va siendo buen oasis. Es como si el
Altísimo le diera Su aprobación a lo que escribí en Halloween:
·
Que el buen Halloween sea prólogo constructivo que agrada
al Creador, rumbo a días navideños. Adelante en la vida como sabia, heroica y
victoriosa causa de amor.
Yo quiero
un pueblo…:
Disfrutamos mucho te tu compañia. Y tengo que decir que aunque el momento fue agradable, definitivamente, la epoca Navideña, sigue siendo mi favorita por encima de todas las demas.
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