Apoyo
el concepto de coaligar candidaturas, que NO tiene que ver con las coaliciones
del pasado que enfrentó el movimiento de pueblo fundado por Luis Muñoz Marín.
NO
se trata de aquellas mogollas del pasado. Se trata del concepto de unidad y
trascendencia que dio vida al PPD. Voy más allá:
Si vemos el proceso de votación, cada papeleta significa algo diferente:
·
En
la papeleta estatal se decide sobre la Gobernación, la Comisaría Residente y la
inscripción de los partidos, no sobre el status.
·
En
la papeleta legislativa se decide sobre los legisladores, no sobre la
inscripción de los partidos ni sobre el status.
·
En
la papeleta municipal se decide sobre el gobierno municipal, no sobre la
inscripción de los partidos ni sobre el status.
Buscando mejores candidatos y comprendiendo lo que significa cada papeleta,
el sistema se puede optimizar. No es
malo tener afiliación política, el error es llevarlo a un nivel de religión. Es
necesario crear conciencia para que las personas afiliadas a los diferentes
partidos, sean quienes más exijan a sus líderes, funcionarios y candidatos.
Sea que se logre para el evento electoral del 2016 o sea que se logre en un
futuro, merece seria atención el concepto de coaligar candidaturas, adaptado a
las realidades puertorriqueñas y que en la búsqueda del mejor talento para servir
al país, no se pierda el debido respeto a lo institucional y las ideologías y
no se vulneren mecanismos como las primarias. Recordemos que erróneamente el
patrón es dar más importancia a las elecciones generales que a las primarias. Es
necesario educar para que mediante la mayor participación en primarias, se
logren mejores candidatos.
Actualmente, en la
definición más sencilla: en las primarias se vota por personas y en las
elecciones se vita por programas. Al haber en la columna de cada partido en la
papeleta un equipo comprometido con un programa, es imperioso tomar en cuenta
ese factor de orden en el tema de coaligar
candidaturas.
El
concepto de coaligar candidaturas merece su atención fuera del partidismo o del
carrerismo personalista, para su realista oportunidad para perfeccionar la
democracia. Los candidatos son funcionarios de turno, hay perspectivas mayores.
Los partidos son instrumentos de participación democrática para servir al
pueblo, no al revés.
Ya es hora de superar a quienes manipulan los temas de afiliación y status
político para sus propios intereses. Ya es hora de superar campañas de confusión
y miedo que exacerban el fanatismo que tanto divide y debilita. Que el tema de coaligar candidaturas no sea sacado de proporción y se
enfoque como medio que bien implantado, afirma las correctas lealtades y enfoca
sabiamente los ideales en los propósitos de justicia social, sana y efectiva
administración gubernamental, excelencia educativa, buenos servicios de salud,
ejemplar estrategia de prevención y seguridad, progreso con equidad, obra de
infraestructura, apoyo al bienestar comunitario, en fin, buena calidad de vida
que hace y consagra patria. Dios ilumine a todos.
·
“¡Hace años que
quería ser escuchado por hombres y mujeres, no por miembros de partidos! ¡Hace
años quería tener la oportunidad de hablar así! Y hoy que lo hago, ¡ayúdenme y
acompáñenme ustedes que me oyen! Abran sus corazones y sus entendimientos…
Den a mi palabra
oído franco— ¡no puedo pedir menos ni ustedes pueden otorgarme menos!
¡Desamárrense y záfense y líbrense de la estrecha ligadura partidista en sus
espíritus que ha entorpecido que lleguen las verdades a las mentes de tantos de
ustedes, y dejen que la verdad entre libre en sus entendimientos como entra el
sol todos los días por las puertas francas del horizonte, como entra la lluvia
libre en la tierra, que no la rechaza, sino que la coge y la usa para hacer más
fecundas sus cosechas! Ustedes no tienen problemas de republicanos, o de socialistas
o de tripartistas. Esos son problemas de unos cuantos líderes. ¡Allá ellos con
esos problemas! Ustedes tienen problemas de puertorriqueños y de seres humanos.
¡Óiganme como seres humanos, óiganme como puertorriqueños! El pueblo, en campos
y poblaciones, ha aprendido la lección de su propio poder como pueblo”.
--Luis Muñoz Marín
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