viernes, 17 de mayo de 2013

Edificación supera religión.


Religiosos persiguieron a Jesús; hoy en Puerto Rico, los religiosos no deberían seguir esa línea de perseguir por la vía de ir en contra del Proyecto del Senado 238 y de la equidad e igualdad humana; ciertamente necesitan su Damasco. Es imposible agradar a Dios con griterías sin control y lo que se ve como de manipulación; lucen como lo más anticristiano, los estilos de no respetar a los demás y etiquetar o demonizar a quien piense diferente. A Dios se agrada siendo constructivos al respetar y ser atentos.

                     

He escrito: “La democracia no tiene su grandeza en la fuerza de unas mayorías, sino en la justicia y buen trato a las minorías”. La esencia de eso se aplica a mucho en la vida. No es cuestión de quien grita más y se impone a la fuerza, sino de quien armoniza mejor. Edificación supera religión.

 

¿Quién en su sano juicio puede pensar que va en contra de la familia el buscar prohibir la discriminación por razón de género y orientación sexual en el empleo? Lo dañino es tergiversara la causa digna de “por la familia” con otras agendas.

 

Se reitera la necesidad de sincera y amorosa oración para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana.

La búsqueda de equidad presenta grandes posibilidades de mejor evangelización en el idioma de la paz y la concordia; y la búsqueda individual que trascienda al templo, abre puertas a la más directa acción divina en las almas.

 

La realidad es que NO debe haber discrimen en contra de un ser humano que busque vivir en paz y ganarse el pan honestamente. Así se hace y consagra patria.

La equidad y la igualdad humana es buena y agrada a Dios; APOYEMOS que el aprobado Proyecto 238, reciba el visto bueno en la Cámara y sea convertido en Ley por el Gobernador; para forjar una patria de todos en Puerto Rico.  

 

Algo del Creador de toda la Tierra (de un mundo sin fronteras a la humanidad) hay en la búsqueda de la equidad y la igualdad humana; y en cada alma hay un depósito y llamado divino, y lo mejor que define a uno es lo que uno vive sana y constrictivamente. No se trata de estar a favor o en contra de un precepto, sino de estar a favor de lo justo. Apoyemos toda buena iniciativa encaminada a que no haya discrimen ni odio.

 

Lo que Cristianiza, dignifica y engrandece al ser humano ES educar con la verdad, la capacidad de crecimiento para atender y escuchar, la madurez para sembrar lo justo y afirmar la tolerancia que realiza la Mandamiento de Amor enseñado por Jesucristo.

De hecho, es bien conocido el pasaje bíblico en que Jesús habló y se sigue esperando que lance la primera piedra quien esté libre de pecado. La EQUIDAD es buena y agrada al Señor; para forjar una patria de todos.
 
 

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