Religiosos
persiguieron a Jesús; hoy en Puerto Rico, los religiosos no deberían seguir esa
línea de perseguir por la vía de ir en contra del Proyecto del Senado 238 y de
la equidad e igualdad humana; ciertamente necesitan su Damasco. Es imposible
agradar a Dios con griterías sin control y lo que se ve como de manipulación;
lucen como lo más anticristiano, los estilos de no respetar a los demás y
etiquetar o demonizar a quien piense diferente. A Dios se agrada siendo
constructivos al respetar y ser atentos.
He
escrito: “La democracia no tiene su grandeza en la fuerza de unas mayorías,
sino en la justicia y buen trato a las minorías”. La esencia de eso se aplica a
mucho en la vida. No es cuestión de quien grita más y se impone a la fuerza,
sino de quien armoniza mejor. Edificación supera religión.
¿Quién en
su sano juicio puede pensar que va en contra de la familia el buscar prohibir
la discriminación por razón de género y orientación sexual en el empleo? Lo
dañino es tergiversara la causa digna de “por la familia” con otras agendas.
Se
reitera la necesidad de sincera y amorosa oración para que quienes
estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y fomenten la plena
abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana.
La búsqueda de equidad presenta
grandes posibilidades de mejor evangelización en el idioma de la paz y la
concordia; y la búsqueda individual que trascienda al templo, abre puertas a la
más directa acción divina en las almas.
La
realidad es que NO debe haber discrimen en contra de un ser humano que busque vivir
en paz y ganarse el pan honestamente. Así se hace y consagra patria.
La equidad
y la igualdad humana es buena y agrada a Dios; APOYEMOS que el aprobado Proyecto
238, reciba el visto bueno en la Cámara y sea convertido en Ley por el
Gobernador; para forjar una patria de todos en Puerto Rico.
Algo del
Creador de toda la Tierra (de un mundo sin fronteras a la humanidad) hay en la
búsqueda de la equidad y la igualdad humana; y en cada alma hay
un depósito y llamado divino, y lo mejor que define a uno es lo que uno vive
sana y constrictivamente. No se trata de estar a favor o en contra de un
precepto, sino de estar a favor de lo justo. Apoyemos toda buena iniciativa
encaminada a que no haya discrimen ni odio.
Lo
que Cristianiza, dignifica y engrandece al ser humano ES educar con la verdad,
la capacidad de crecimiento para atender y escuchar, la madurez para sembrar lo
justo y afirmar la tolerancia que realiza la Mandamiento de Amor enseñado por
Jesucristo.
De
hecho, es bien conocido el pasaje bíblico en que Jesús habló y se sigue
esperando que lance la primera piedra quien esté libre de pecado. La EQUIDAD es
buena y agrada al Señor; para forjar una patria de todos.
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